La organización del Premio Nobel, que cada año entrega un reconocimiento a las personas que hayan realizado alguna importante contribución a nuestra sociedad, ha decidido distinguir con esta presea a los tres científicos involucrados en el desarrollo del LED color azul.
Desde que fueran descubiertas las luces LED han mostrado ser una fuente de luz muy eficiente y amigable con el medio ambiente, y después de su descubrimiento se abrió la posibilidad para crear las lámparas que emitieran luz blanca de bajo consumo energético.
La invención del LED azul tiene tan solo veinte años, pero ya ha contribuido a crear luz blanca de una manera totalmente nueva para el beneficio de todos nosotros
Los ganadores del premio nobel y que compartirán los 1.2 millones de dólares del premio son el japonés Isamu Akasaki, quien actualmente es catedrático de la Universidad Meijo de Nagoya y catedrático emérito de la Universidad de Nagoya. El japonés Hiroshi Amano, quien se doctoró en 1989 también por la Universidad de Nagoya, donde también es catedrático. Y Shuji Nakamura, Nacionalizado estadounidense y que actualmente ejerce como catedrático en la Universidad de California.
Tuvieron éxito donde otros fracasaron
Aunque las luces LED ya existían en color rojo y verde desde hace varios años, sin embargo, para los científicos resultaba especialmente complicado obtener una luz con tecnología LED que iluminara de color azul.
El desarrollo de la luz LED no fue tarea fácil y se logró después de varios años de investigación cuando estos tres investigadores combinaron materiales químicos semiconductores logrando así que brillara en color azul cuando se hacía pasar corriente de una determinada polaridad.
Después de 20 años la tecnología LED ha sido desarrollada e implementada en nuestra sociedad a tal grado que ya está disponible por bajo costo para millones de personas en todo el mundo y gracias a que se han logrado implementar en una gran cantidad de dispositivos con éxito, es que hoy vemos como los televisores, celulares o lámparas han simplificado su tamaño, calidad de iluminación y lograron una disminución en su consumo energético.
La razón de su éxito se debe a que las luces LED son pequeños dispositivos que tienden a calentarse muy poco y además cuentan un consumo energético bastante bajo comparado con las luces incandescentes y fluorescentes. Sin olvidar que su tiempo de vida es mayor comparado con otras tecnologías.
Actualmente el desarrollo de esta tecnología ha permitido que se encuentren materiales que soportan hasta 100,000 horas de uso continuo.
La lámpara LED tiene un gran potencial para aumentar la calidad de vida de más de 1.500 millones de personas alrededor del mundo que carecen de acceso a las redes de electricidad: debido a que requiere baja potencia, puede ser alimentada por energía solar barata local
Vía | Nobel Prize
Imagen | Mike Deal aka ZoneDancer
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