La generación pasada fue marcada por los juegos de disparos en primera persona, teniendo como referente absoluto a Call of Duty, logrando ventas anuales que envidiaría cualquier compañía.
Para la nueva generación llegaron cambios importantes de la competencia, por un lado Battlefield destacaba en aspectos técnicos, mientras Destiny nos llevaba una aventura cooperativa en línea, para terminar con Titanfall, un título que revolucionó las mecánicas de Call of Duty.
La gran ventaja de la franquicia de Activision era su base de usuarios tan grande, que se encontraba contenta con los lanzamientos, pero ya era momento de hacer cambios y es por ello que decidieron arriesgar un poco en su estilo de juego, mandando su nuevo título a la segunda guerra mundial.
Bajando el ritmo, pero manteniendo la diversión
Ya tuvimos acceso a la beta multijugador del juego, donde pudimos aclarar varias dudas importantes que teníamos, como lo podría ser el ritmo del juego y el uso de las armas. La beta contaba con cuatro modos de juegos: Team Deathmatch, Domination, Hardpoint, Mosh Pit y War, cada uno con reglas y estilos diferentes, la mayoría basados en el mismo principio, eliminar a todos los enemigos que nos encontremos.
En el caso de War destacamos que tiene un enfoque directo a los eSports, ya que aquí la idea es cumplir diferentes objetivos, se basará en dos rondas, donde primero atacaremos y luego defenderemos, sin duda tiene mucho potencial para convertirse en uno de los nuevos favoritos.
Comprendiendo la importancia de cada clase
También las clases sufren cambios, ya que encontraremos cinco: Infantería, Aérea, Blindada, Montañera y Expedición, en un inicio notaremos que las armas y nuestros roles serán totalmente distintos, pero con el paso de las horas y que subamos de niveles, podremos tener acceso a más armas y accesorios.
En cuestión de la jugabilidad nuestra primera sensación es que estamos jugando un Call of Duty, pero con un ritmo un poco más calmado, eso no significa que el juego sea lento, sigue manteniendo ese ritmo frenético en el que en cuestión de dos segundos pueden aparecer dos enemigos y eliminarlos, pero simplemente ya no será tan espectacular, se verá más “realista”.
Las armas se ambientaron muy bien en la época, ya que podemos notar el retroceso, provocando que busquemos la mayor precisión en el primer impacto, ya que también la recarga demora más de lo acostumbrado. Todos estos cambios nos agradan, ya que se nota como cambian las circunstancias al llevarlo a la segunda guerra mundial, los movimientos de los soldados serán muy básicos, correr, saltar o agacharse, como un FPS clásico.
En las clases también encontramos diferencias muy grandes con el uso de las armas, como traer un rifle francotirador o un lanzagranadas, debemos entender nuestro rol y no pensar que somos Rambo en una misión más, ya que más allá de lograr la mayor cantidad de muertes, el objetivo principal será que nuestro equipo pueda ganar.
Un Call of Duty que arriesga lo necesario
Un detalle que notamos y esperemos se pueda arreglar es con la precisión de las armas, donde hemos notado que algunos disparos que van al aire terminan impactando en los enemigos, sabemos que puede ser algo para solucionarse y es parte de los motivos para la beta, pero sí se puede hacer algo notorio en momentos.
Algo que se agradece es que se mantenga la racha de bajas, donde podremos activar algunos ataques especiales como lo puede ser un ataque aéreo o algo más táctico como detectar a nuestros enemigos, mencionamos que es positivo que se mantengan ya que sigue premiando a los usuarios más talentosos, además de poder cambiar el rumbo de la partida.
En cuestión de los mapas solamente pudimos jugar tres: Pointe Du Hoc, Ardenas y Gibraltar, cada uno con elementos diferentes, por ejemplo en el bosque de Ardenas podemos ver que todo se encuentra cubierto bajo la nieve, aclarando mucho más la visión por si aparecen enemigos, mientras en otro mapa podemos cruzar por las trincheras, dando sensaciones positivas.
Los mapas no serán tan verticales como antes, pero sí logra una inmersión en todo momento, acompañada con buenos efectos de sonido, un detalle interesante es el tamaño de los mapas ya que no son tan grandes como en otros títulos, pero sí permiten que nos logremos mover con mucha libertad.
En cuestiones gráficas el juego sigue sin llegar a ser un referente visual, aunque nunca ha sido su prioridad, en las animaciones tampoco notamos muchos cambios, sentimos que siguen siendo las mismas desde hace mucho tiempo y nos gustaría ver mejoras en esos aspectos, aunque será más probable que los encontremos en el modo campaña.
Activision decidió hacer cambios importantes, pero respetando los puntos más fuertes de la franquicia, en el caso que estén esperando una evolución no la encontrarán en WW II, pero creemos que es el momento perfecto para que muchos usuarios regresen a la franquicia con una propuesta que no es innovadora, pero sí muy bien realizada.
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