Pacientes diabéticos están armando un páncreas biónico con bits de código abierto

Diabetes, un asesino silencioso, la hay de dos tipos, y el tipo 1 es el que suele afectar a los niños y adolescentes, esa es la razón por la cual, el monitoreo de los niveles de glucosa ha ido evolucionando con el tiempo.

El padre de un niño con diabetes tenía que ingeniárselas para estarle revisando los niveles de glucosa a su hijo, comenzó por dormir en el piso para cada dos horas pincharle el dedo, extraerle una gota de sangre y ponerla en la tira reactiva de un glucómetro, John Costik, como cualquier otro padre, sintió alivio cuando pudo tener un monitor continuo de glucosa, al menos ya podía dormir en su habitación, el dispositivo subcutáneo mandaba las mediciones a una pequeña pantalla, tan pequeña como la de un biper cada 5 minutos, si algo iba mal, una alarma los despertaría.

Monitoreando la glucosa

Pero ¿qué sucedería cuando el pequeño Evan Costik estuviera fuera de casa? Una verdadera pesadilla para sus padres hasta que el gusto de John por la tecnología le ayudó a diseñar una pequeña aplicación para Android que le enviaría constantemente los números del monitor a su smartphone. Aunque esta app solo funcionaba para él y de hecho no tenía una interfaz muy cuidada, era suficiente, de esa manera, si algo andaba mal John o su esposa, quien estuviera más cerca de Evan, podrían encontrar una solución rápida.

Entonces fue cuando a John Costik se le ocurrió subir a Twitter una captura de pantalla de su teléfono donde mostraba la lectura del glucómetro de Evan, y fue como si cientos de padres ahí afuera, luchando por controlar la diabetes de sus hijos vieran la luz de pronto.

John sin quererlo, dio el primer paso para que alguien intentara crear un páncreas biónico en casa, uno armado con una bomba de insulina y algoritmos para calcular la cantidad necesaria de esa hormona que debería llegar al torrente sanguíneo del paciente.

Lo complicado de este páncreas biónico, es que los algoritmos para calcular la cantidad exacta de insulina que debe regular el balance de cada cuerpo son demasiado complejos, tanto que la FDA no se ha atrevido a dar su aprobación a ninguno de los dispositivos que se han creado hasta ahora, y es que un pequeño error en la máquina, podría incluso matar a un paciente diabético.

La repuesta al esfuerzo de Costik por monitorear a su hijo no se hizo esperar, y por el contrario, demostró que los padres y los familiares de diabéticos insulino-dependientes, están cansados de esperar a que la FDA dé una aprobación como corresponde. Están tan cansados, que han empezado a crear sus propios métodos para mantener a sus pequeños seguros.

La cuestión es que los emprendedores que desarrollan en código de estas apps, no están dispuestos a ponerlas en línea para la gente de a pie, la razón es muy sencilla, alguien con muy buena intención puede hacer mal uso de estos trozos de código y terminar con la vida de alguien.

Hay algoritmos más sencillos diseñados por Scott Liebrand, quien hizo una app para su novia, también insulino-dependiente, a través de estos algoritmos ella puede saber si sus niveles están altos o bajos y proceder en consecuencia, de hecho, ella dice que con su bomba de insulina y esta aplicación, ahora está alrededor del 90% del tiempo en sus niveles óptimos. Pero aún ellos no se atreven a confiar al 100% en que las máquinas lo hagan todo.

Expandiendo el conocimiento

Finalmente, John Costik posteó en github.com su código, y de ahí otros padres menos tecnológicos pidieron a programadores en la India a través de Elance.com que hicieran una app más amigable con el usuario para ayudar a sus hijos.

Así fue como los pioneros Jason Adams y Laurie Schwartz iniciaron un grupo de Facebook que a la fecha cuenta con más de 8mil suscriptores, en el cual se dedican a divulgar las formas en las que han podido monitorear la glucosa de sus hijos.

Por mientras la FDA les deja hacer, mientras no hagan una distribución masiva de sus hallazgos, está bien. Pero en caso de que a alguno se le ocurriera subir sus hacks a Google Play o a la App Store, todo se perdería en ese momento, pues la FDA intervendría, argumentando que es algo que no está probado y se pone en riesgo la vida de los pacientes.

Nosotros no estamos diciendo que es posible o que no es posible hacer un páncreas biónico, lo que decimos es que mientras la gente sepa sus límites, y que hay cosas que aunque puede hacer no deba hacer, entonces, que el mundo ruede.

Vía | Wired

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