Pac-Man 256, análisis

MartinPixel

Editor Senior

He jugado videojuegos desde que tengo memoria, apasionado de la tecnología y desde hace poco del comercio electrónico y los servicios de streaming. Soy un afortunado por ser parte del equipo de Xataka México y siempre dedico mi máximo esfuerzo en todas las publicaciones del sitio. LinkedIn

Pac-Man es una de las franquicias más importantes de la historia, además de contar con un personaje que intenta mantenerse vigente, aunque lamentablemente los desarrolladores no han encontrado una fórmula correcta para ofrecer algo más allá de los tableros, para ello hemos visto muchos intentos fallidos de juegos de plataformas entre otros que simplemente no logran el éxito esperado.

Cuando el juego cumplió 30 años de vida, decidieron anunciar un nuevo título que en ese momento solo sería para dispositivos móviles, Pac-Man 256 es desarrollado pos los creadores de Crossy Road en un formato free-to-play y ahora ya tenemos una versión digital para consolas con un precio muy accesible.

Nuestro análisis se enfocará en su totalidad en la versión de consolas, teniendo la oportunidad de jugarlo en PlayStation 4.

Pocas novedades con la versión móvil

Pac-Man 256 se inspira en el famoso glitch que presentaba el juego original, esto sucedía después de jugar mucho tiempo y encontrarnos en una situación donde el juego pasaba los 255 espacios de memoria, provocando que el laberinto tuviera caracteres extraños en la pantalla que aparecía de manera aleatoria, haciendo imposible que se pueda terminar y siempre perdamos, es una forma coloquial de indicar el final del juego para los más apasionados.

Aprovechando esa idea, Hipster Whale y 3 Sprockets crearon un tablero de Pac-Man que en apariencia es normal, pero no, se trata de un escenario donde el glitch aparece en la parte de abajo y empieza a consumir el escenario, provocando que tengamos que ir para arriba, aquí es donde utilizaron la fórmula de muchos títulos móviles, tendremos un escenario infinito, para ello contamos con los elementos tradicionales como los fantasmas, pero decidieron darle un plus al ponerle diferentes modificadores, más allá de las frutas o las píldoras que te convierten en el terror de los fantasmas.

Entre los objetos nuevos podemos encontrar hielo que congelará a los enemigos para dar pasos muy lentos, un rayo láser que se activará enfrente de nosotros, destruyendo a los enemigos a distancia, una bomba que podrá eliminar en un buen radar de zona entre otros, tendrán un pequeño límite de tiempo, ofreciéndole un poco de variedad al clásico de toda la vida.

Los niveles siempre se generan de manera aleatoria por lo que no podemos aprender nada, lamentablemente en el diseño nos encontramos con un problema, como siempre vamos avanzando en el escenario tenemos muchos puntos muertos y si vamos por un carril que aparenta estar solo, puede ser probable que más adelante nos topemos a un fantasma de frente y no tengamos salida, por lo que la suerte es un factor clave, es normal que al inicio duren muy poco nuestras partidas y con ello veremos objetivos para realizar y con ello tener mejoras en nuestros potenciadores, además de monedas que pueden servir para lo mismo.

Pero en parte el problema que muchos podrían encontrar es su dificultad, al inicio todo puede ser de habilidad y estrategia, pero llega un punto en el que la cantidad de enemigos es absurda y lo único que nos puede salvar es un potenciador, haciéndolo totalmente injusto y frustrante, ya que como experiencia de móvil podría servir para jugar unos minutos, pero en consola no pinta tan bien.

Buena oportunidad para regresar a la franquicia

Puede sonar contundente pero creemos que Championship Edition sigue siendo el mejor título que apareció en los últimos años, eso no significa que estemos ante un mal juego, posiblemente podría ser el segundo lugar, pero la diferencia con el otro es que aprovecha la estrategia y reflejos como en el juego original y aquí dependemos de la suerte y de elementos que se encuentre en el camino.

Un punto muy bueno que tiene son los diferentes skins que se encuentran disponibles desde el inicio, en el caso de la versión móvil se debe hacer un gasto, pero aquí no, podemos ver el juego con diferentes estilos que lucen muy bien, incluyendo uno de Crossy Road, aprovechando que el estudio desarrollador es el creador del juego y de que mucha gente joven lo podría ubicar hasta más rápido que a la franquicia de Bandai Namco.

Probablemente el mayor extra que tiene el juego es su modo multijugador, donde podremos jugar con otros tres amigos en la misma pantalla, aquí el reto es claro, ver quién puede sobrevivir ante el glitch, pero para ello también deberemos estar sincronizados con la pantalla ya que si alguien se sale del tablero marcado hasta el momento, pierde, aunque se puede revivir pero se agradece este modo, que solamente es local y una opción en línea lo podía hacer más atractivo.

¿Por qué pagar por un juego gratis en móvil?

Esa es una de las preguntas que muchos se hacen, el resultado del juego en consolas es positivo, logran transmitir esa sensación del juego en un dispositivo móvil, pero sin la necesidad de tener cierto tiempo para volver a jugar, aquí no tendremos limitantes ni compras extras, todo lo ganaremos conforme vayamos jugando y a diferencia de lo que muchos piensan su precio es muy pequeño, solamente vale 5 dólares, un precio que prácticamente no tiene ningún juego de consolas en la actualidad.

Pac-Man 256 es un buen homenaje al juego, pero sigue siendo una experiencia corta, en la que deberemos de jugar algunos minutos y dejarlo, ya que lo repetitivo y un poco injusto del diseño no lo vuelve tan retador como muchos esperarían, pero por el modo multijugador, los skins y su precio, valdría la pena considerarlo.

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