China quiere usar células madre para crear la cura a una enfermedad que ha matado a tres millones de personas en el planeta

El sistema respiratorio es sin lugar a dudas un aparato tan interesante como complejo. No hace tanto tiempo se descubrió una parte del cuerpo desconocida en los pulmones; por ello, es sorprendente el nivel de entendimiento que hemos alcanzado al respecto. Esto ha llegado a tal grado que un grupo de investigadores chinos logró exitosamente regenerar tejido pulmonar enfermo.

La investigación se enfocó principalmente en la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), la cual es la tercera causa de muerte más común en el mundo, causando la muerte de aproximadamente 3.23 millones de personas, según la OMS. Así es como este grupo chino está intentando combatirla.

Pero, antes de continuar, ¿qué es EPOC? Es una enfermedad pulmonar que afecta al flujo de aire en los pulmones, provocando problemas respiratorios. Se caracteriza por obstruir las vías respiratorias inflamando y desgarrando el tejido pulmonar. Es una enfermedad crónica, por lo que no cuenta con cura, pero puede ser tratada para reducir el impacto de sus síntomas con el tratamiento adecuado.

Las principales causas del EPOC son el tabaquismo y la exposición a ambientes contaminantes como polvo, humo o sustancias químicas, así como problemas durante la formación del feto o condiciones genéticas. Hasta ahora, los tratamientos se centraban en utilizar medicamentos inhalados para abrir los conductos respiratorios, reducir inflamación y suministrar oxígeno de apoyo, con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente.

Medicina regenerativa

Sin embargo, este nuevo estudio liderado por la Universidad de Tongji es muy prometedor. Los esfuerzos se basan en lo que se conoce como "medicina regenerativa". Este campo se enfoca en la reparación, reemplazo o regeneración de tejido u órganos dañados, mediante el uso de células madre (CM), células progenitoras (CP), biomateriales, manipulación genética o factores de crecimiento.

A través de estudios preclínicos, probados en ratones y monos, este grupo de científicos logró aislar células pulmonares progenitoras, llamadas P63+. Dentro de la medicina regenerativa hay una clara diferencia entre células madre y células progenitoras, una pieza fundamental para reparar el tejido enfermo de los pulmones.

Esto es importante, pues las células progenitoras (también conocidas como células precursoras) tienen la capacidad de diferenciarse en otros tipos de células en específico. Diferenciarse es el proceso mediante el cual una célula adquiere características únicas asociadas a una función particular dentro de un tejido u órgano. A diferencia de las CM, estas no pueden convertirse en tejido de cualquier parte del cuerpo, están restringidas a ciertas zonas y funciones.

El método de aislamiento propuesto asegura poder utilizarse incluso con los pacientes más graves de EPOC, pues el estudio sugiere que incluso en las etapas más tardías de la enfermedad todavía hay células sanas que pueden recuperarse para diferenciarse y formar un tratamiento personalizado. Dicho proceso tiene la capacidad de reparar las vías respiratorias incluso en sus niveles más profundos, como los alvéolos.

Esperanza unitaria

Por lo tanto, esta investigación se alza como una de las más positivas para los pacientes de EPOC. "La medicina regenerativa basada en células madre y células progenitoras puede ser la mayor esperanza, si no la única, para curar el EPOC", dijo Zuo Wei, científico de la Universidad de Tongji, durante un congreso de la Sociedad Respiratoria Europea.

De los 17 pacientes sometidos al procedimiento, ninguno presentó efectos secundarios negativos. De hecho, varios de ellos lograron caminar 30 metros más lejos antes de fatigarse después del tratamiento, una métrica que parece corta en términos de distancia pero que es enorme en cuestiones médicas. Así lo describe Zuo Wei:

"Descubrimos que el trasplante de células progenitoras P63+ no sólo mejoraba la función pulmonar de los pacientes con EPOC, sino que también aliviaba sus síntomas, como la falta de aire, la pérdida de capacidad para hacer ejercicio y la tos persistente".

Pese a todo, aún hay mucho camino por delante. Los autores mencionan que las primeras fases han concluido de manera segura, pero aún están limitados, comenzando porque hasta ahora sólo se ha probado en hombres. Esto coloca a la investigación en una situación en la cual no se puede asegurar su eficiencia, aunque es un primer paso hacia un futuro donde se pueda combatir el EPOC. El equipo pronto comenzará la segunda fase con un grupo de estudio más grande y diverso.

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