Moto G8 Plus, lo hemos probado: la familia Moto G regresa a la lucha de precio y especificaciones en México

Rodrigo Garrido

Director

Mi pasión por la ciencia y tecnología me ha llevado a un modo donde los ceros y unos se han vuelto parte de mi vida, y además me han permitido ser Director por más de diez años de la exitosa versión local de Xataka para México y LATAM. Iba a ser rockstar, pero me lastimé la rodilla. LinkedIn

La línea Moto G es una de las más populares del mercado de smartphones, y no es para menos cuando sus primeras versiones sentaron las bases de lo que (en aquellos años) un móvil de gama media debería de ser. Hoy tenemos con nosotros la octava generación, una que viene a cambiar el plan de lanzamientos de Motorola y que, sobretodo, viene a tratar de recuperar aquella promesa de ofrecer relación precio-especificaciones.

He probado el nuevo Moto G8 Plus, el que encabeza el catálogo de esta octava generación, y el que deja más en claro que Motorola va a jugar de nuevo con precios atractivos en el mercado mexicano. Aquí algunos de mis comentarios tras probar este smartphone.

Diseño

Si miramos el Moto G desde la primera generación hasta la séptima veremos un característico lenguaje de diseño, manteniendo esa cámara en el centro en una sección, ya sea circular o rectangular con las esquinas curvas. Pero para estos Moto G8 el lenguaje ha cambiado de forma drástica, aplicando lo que aprendieron en los Motorola One.

Han pasado el módulo fotográfico al lateral izquierdo en un arreglo vertical y subieron ligeramente el sensor de huellas. Es cómodo a la mano y su construcción se siente lo suficiente robusta, pero sigue siendo un móvil enorme en el que es imposible llegar a su lado superior con una sola mano.

El material de construcción es plástico, aunque en la parte trasera tiene un acabado que simula "cristal" dándole una sensación, al menos a la vista, bastante premium. En la parte inferior está su conector USB-C, los botones físicos en un lateral (con el de encendido bien diferenciado) y en el superior hay un jack de 3.5mm. para audífonos.

En esta generación recuperamos el audio estéreo. Sí, además del altavoz en la parte inferior, en el superior (justo donde está el auricular para llamadas) hay un segundo altavoz. Esto no solo hace que podamos tener canales R y L en los contenidos que consumamos, sino que aumenta de forma considerable la potencia del sonido general.

El frontal también sufre cambios, el mayor está en el notch. Cambia su diseño y reduce de forma significativa su tamaño. Hay una reducción general de sus marcos, sin embargo, algunos (como ese enorme en la parte inferior) siguen siendo bastante notables.

Pantalla y hardware

El panel usado es un LCD IPS de 6.3 pulgadas con resolución de 2280 x 1080 pixeles, dando como resultado 400 pixeles por pulgadas. La pantalla nos ha dejado un buen sabor de boca. Tiene una calibración quizá demasiado fría (con blancos azulados), pero podremos hacer algunos ajustes en la configuración sobre qué colores queremos que nos muestre. Yo me quedo con el "Saturados".

En torno a brillo, el máximo es muy bueno para ver la pantalla bajo la luz del sol, principalmente dejando que el teléfono elija el nivel de acuerdo a la iluminación. El mismo caso con los ángulos de visión: no hay variaciones de color en ángulos ligeramente abiertos, ya colocando el teléfono en ángulos extremos sí hay ligeros cambios, pero tampoco es un caso de uso común, así que no me preocuparía por esta situación.

El hardware es patrocinado, una vez más, por Qualcomm. Tenemos un Snapdragon 665 con ocho núcleos y una GPU Adreno 610. A este SoC le hacen compañía 4GB de memoria RAM más 64GB de almacenamiento. El conjunto parte de la base de la gama media actual y cumple tal cual con lo que promete.

No tuve ningún inconveniente con el rendimiento, todas las apps se ejecutan sin problema así como la interfaz general del sistema operativo. En AnTuTu obtuvo una puntuación de 161,228, que lo ponen muy por encima de su antecesor en todos los apartados.

Me faltó probar más a fondo el rendimiento en gaming. Instalé Call of Duty Mobile, pero nunca terminó por iniciar. El smartphone o no es compatible con este título o se produjo algún error en la instalación, aunque cabe recordar que es de los juegos más exigentes en torno a gráficos.

La batería ha sufrido un gran aumento respecto a la generación anterior. De hecho es el primer "G Plus" con 4,000 mAh, cantidad que se complementa con una carga rápida de 15W (sí, perdemos esa prometedora carga de 27W que teníamos en el Moto G7 Plus).

Por un día empecé a usar el teléfono con un 60% de su capacidad. Hice unas llamadas, tomé algunas fotos y grabé video, al terminar la jornada me quedé con unos 30%. No fue un uso intensivo, y esta prueba tampoco la puedo considerar un benchmark de referencia para este apartado, pero sí me dio la pista de que será fácil sobrevivir un día y medio con un uso normal.

La fortuna de no tener bloatware

El hardware es es culpable de esto pero también el software. Motorola repite la receta de incorporar un software bastante limpio. De hecho tanto que sacado de la caja las únicas apps que vemos son las de Google, la app de Moto, Dolby Audio y la de Radio. El bloatware es inexistente en este Moto G8 Plus.

Las "Acciones Moto" es el mayor añadido vía software. Ahí encontraremos todas las clásicas acciones: girar para encender la cámara, agitar para encender la linterna, captura con tres dedos, los gestos para no interrumpir o silenciar una llamada e incluso la navegación con un botón.

Me gusta que no haya ninguna capa de personalización y que Motorola insista en mantener la esencia pura de Android en la gama media. Desgraciadamente esta esencia es la de Android 9.0 Pie. Pese a que ya está Android 10 en el mercado, esta versión no viene pre-instalada en esta generación. Habrá que esperar el update para dentro de unos meses.

Cámara

La cámara es quizá el aspecto que mayor evolución tiene este Moto G8 Plus respecto a su antecesor. Vemos un arreglo triple, donde el sensor principal es de 48 megapixeles, el mismo que ya vimos en el Motorola One Vision, y se acompaña de uno dedicado a capturar profundidad (para el modo Retrato) y de una Action Cam, sí esa misma cámara que se incluyó como característica estrella en el Motorola One Action.

En los primeros disparos que hice noté que el sensor principal tiene un buen rendimiento en condiciones de buena luz. Hay buena cantidad de detalle y reproducción de color, quizá con un poco de saturación. Unas muestras:

Pero no es un teléfono de gama alta, así que en condiciones difíciles empieza a mostrar algunas debilidades. Principalmente con el rango dinámico. Tenemos un HDR que llega a solucionar algunos casos, sin embargo, en escenas a contra luz, o cuando hay una gran cantidad de sombras y luces, tiende a sobrexponer algunas de las zonas.

El ejemplo anterior es de una escena bastante complicada. Una contraluz con gran iluminación a la derecha y muchas sombras a la izquierda. El HDR trata de recuperar información de sombras iluminándolas y de las luces reduciendo su exposición. Pero el resultado final no termina por ser el mejor.

Pero me gusta la cantidad de información que puede capturar la cámara, principalmente por ese sensor de gran resolución. Claro que cuando tomamos una foto no se nos generará un archivo de 48MPX, ya que hace uso de la tecnología pixel binnig (o quad pixel como lo llaman en Motorola) que une cuatro pixeles en uno para "simular" tener pixeles de mayor tamaño.

Al usar el mismo sensor que el One Vision también se usa el mismo software, y eso conlleva a la implementación del modo Night Vision, que no es otra cosa mas que un modo que hace uso de fotografía computacional para mejorar la calidad de las fotos que tomamos noche.

¿El modo funciona? Hay un menor ruido y mejora mucho el detalle y enfoque de los objetos. Pero se queda por debajo de lo que encontramos en teléfonos de gama alta. Sin embargo, es interesante tener este tipo de opciones en el rango de precios en el que se mueve este G8 Plus.

En video podremos grabar a un máximo de 4K a 30 fps. Pero el feature principal en torno a grabación es la Action Cam: hace uso de un sensor de 16MPX que está girado 90º y nos permitirá capturar video en horizontal sosteniendo el teléfono en vertical.

La idea es la misma que vimos en el Motorola One Action, y los resultados también son muy similares. La calidad de video en condiciones de buena luz es justa, pero en escenas complicadas igualmente tiene problemas con el rango dinámico. Hay estabilización, pero desgraciadamente es digital y no de la óptica.

La cámara frontal tiene un rendimiento promedio. Tenemos 25 megapixeles, pero igualmente con tecnología pixel binning. Para tener mejores resultados con esta cámara habrá que contar con buena iluminación. Si nos vamos a interiores nos encontraremos con ligeros problemas con el enfoque.

La app Cámara no ha cambiado en lo absoluto respecto a lo que hemos visto en otros teléfonos de la marca. Tenemos los clásicos modos como el Recorte, el Color Directo o Cinematografía. Además hay controles manuales tanto para la frontal como para la trasera, con la posibilidad de ver un histograma de la escena y capturar fotos formato RAW.

La opinión de Xataka México

El Moto G8 Plus es la vuelta de Motorola a la competencia de precio y especificaciones. Está lejos de ser el gama medio perfecto, pero está peligrosamente cerca de convertirse en uno de los mejores gama media que ha creado la compañía. Tiene todo lo que el mercado pide en ese segmento de mercado, además incorpora características que hicieron "únicos" a dos de los últimos Motorola One: un modo noche y el ultra gran angular dedicado a video.

Pero la clave está en su precio. Por primera en la historia de la línea Moto G se está lanzando una nueva generación que disminuye su precio respecto a la generación anterior. Esos 6,499 pesos quizá no sean disruptivos como lo fueron los 2799 pesos primera generación, pero vuelven a poner a Motorola en la mira de quién busque relación de costo-beneficio.

Eso sí, algo que podría reclamarle, y que es algo a lo que nos malacostumbró Motorola, es la versión de Android que ejecuta. Podría ser la prematura de lanzamiento la que no permitió montarle Android 10. Estoy casi seguro que si esta generación hubiera llegado a principios de 2020, sí hubiera montado esa última versión del sistema operativo.

También he tenido oportunidad de jugar por unas horas con Moto G8 Play, un modelo que baja en especificaciones, pantalla y precio. Con una cámara mucho más discreta, pero con la misma idea de esta nueva familia: ofrecer todo lo que el mercado de gama media-baja pide a un precio aceptable. Costará 4,499 pesos, igualmente más económico que la generación anterior.

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