En innumerables ocasiones hemos mencionado que el mercado móvil en México ha pasado de ser un porcentaje mínimo a llegar a las masas en poco tiempo, esto gracias a la gran variedad de dispositivos que poco a poco comenzaron a aparecer. No solo se trata de las grandes firmas sino también de otras pequeñas empresas que han visto en nuestro país un mercado en constante crecimiento.
En uno de sus acostumbrados estudios, The CIU ha revelado lo que a priori es un tema obvio: los precios de los dispositivos se ha elevado de manera considerable debido a la depreciación del peso frente al dolar, de manera que el valor promedio de adquisición de los mexicanos ha alcanzado los 2,889 pesos.
Sí, esta cifra no es realmente muy elevada, lo que se traduce en que el mercado mexicano se compone principalmente de terminales de gamas baja y media-baja. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que esta cifra representa un aumento de 19.9% respecto al tercer trimestre del año pasado, además de que la cantidad mencionada equivale a aproximadamente una quinta parte del costo de un móvil de gama alta.
Las gamas baja y media, terrenos muy fértiles
Un factor que influye en gran medida a que el promedio de gasto en la compra de smartphones sea muy limitado es el gran número de lanzamientos que las compañías realizan a lo largo del año, ya que con presentaciones más frecuentes, el tipo de cambio se tomar con respecto al vigente en ese momento.
Sin embargo, paradójicamente es también esta la razón por la que marcas como LG y Samsung infestan el mercado con múltiples opciones de compra en este rango de precio. Misma situación con otras firmas menos reconocidas, como Alcatel y ZTE, que a pesar de no resaltar en gamas superiores, su salud económica en estable gracias a sus apuestas de menor precio. Eso sin mencionar apuestas aún menos conocidas que también abundan en tiendas departamentales, siendo el STF Aerial ejemplo más claro que podemos mencionar ahora mismo.
La evolución del mercado tecnológico nacional ha tenido una evolución constante, pero ahora la situación general no parece ser muy alentadora. Ya veremos cómo afecta el panorama mundial al mercado mexicano en los próximos meses.
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