México prepara uno de sus proyectos tecnológicos más ambiciosos hasta ahora, la construcción de una supercomputadora pública que servirá tanto para ciencia como para fiscalización. Bautizada como Coatlicue, será desarrollada por la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) y promete cambiar la forma en que el Estado analiza datos masivos, desde el clima hasta los impuestos.
Según un reporte de La Jornada, el proyecto arrancará en enero de 2026, tendrá una duración de 24 meses y requerirá una inversión total de 6 mil millones de pesos. El objetivo es dotar al país de una capacidad de cómputo que hoy no existe y que permita resolver problemas complejos en días, no en semanas.
Una máquina capaz de procesar lo que hoy toma semanas en solo un par de días
De acuerdo con Jorge Pérez, coordinador nacional de infraestructura digital, la supercomputadora podrá realizar hasta 314 mil millones de operaciones por segundo. En términos prácticos, su potencia equivale a conectar de manera simultánea alrededor de 50 mil computadoras controladas desde un solo teclado y una sola pantalla.
Según el reporte, algunos análisis fiscales complejos pueden tardar actualmente hasta 30 días en completarse. Con esta nueva infraestructura, esos mismos cálculos podrían resolverse en un plazo estimado de dos días, lo que permitiría respuestas mucho más rápidas por parte de la autoridad.
Del clima y el agua a los impuestos: los primeros usos de Coatlicue
El primer gran uso de la supercomputadora estará enfocado en modelos de clima y agricultura. Según el reporte, se analizarán alrededor de 1.8 millones de imágenes para identificar zonas con escasez o abundancia de agua, una tarea clave para la planeación agrícola y la gestión de recursos hídricos.
Sin embargo, el impacto más sensible llegará al terreno fiscal. Existen cerca de 45 mil millones de datos fiscales que deben ser procesados para detectar patrones, inconsistencias y posibles irregularidades. Para ello, se planea usar modelos matemáticos avanzados, como fractales, que simplifican cálculos complejos y facilitan la trazabilidad de facturas.
Cruzar datos del SAT y aduanas, el corazón de la estrategia contra la evasión
De acuerdo con El Contribuyente, uno de los usos prioritarios de Coatlicue será el cruce masivo de información entre el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y las aduanas. Hoy, gran parte de esos datos se encuentran fragmentados, e incluso en papel, lo que vuelve lento y parcial su análisis conjunto.
Con la supercomputadora será posible concentrar información de importadores y exportadores, cruzar pedimentos aduaneros con facturas electrónicas y declaraciones fiscales, y detectar en tiempo casi real operaciones atípicas que ameriten revisión más profunda.
Una supercomputadora pública, más grande que la de Brasil y con apoyo internacional
La intención del gobierno es que Coatlicue sea siete veces más grande que la supercomputadora de Brasil, actualmente la más potente de América Latina. A nivel global, las máquinas más robustas siguen estando en Estados Unidos.
Además, según un La Jornada, la ATDT firmará un convenio con el Barcelona Supercomputing Center para usar su infraestructura, la número 14 del mundo, sin costo alguno, con fines de investigación y desarrollo científico. Cabe mencionar que Catlicue no solo estará disponible para el gobierno, sino también para universidades, investigadores, científicos y estudiantes.
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