Hertz, gigantes en la renta de vehículos, sorprendió al mercado en 2021 al adquirir 100,000 autos eléctricos Tesla para renovar su flota. El movimiento buscaba capitalizar el auge de los vehículos eléctricos, pero los resultados no fueron los esperados.
Ahora, la empresa ha implementado una estrategia poco convencional: ofrecer a los clientes la opción de comprar los Teslas que rentan. Esta medida busca reducir las pérdidas asociadas con la depreciación y los altos costos de mantenimiento de estos vehículos.
La decisión de Hertz responde a una serie de factores. Los vehículos eléctricos no han sido tan rentables como se proyectó inicialmente. En el primer trimestre de 2024, la compañía reportó pérdidas de 392 millones de dólares, en parte debido a la depreciación de sus autos eléctricos, según reportó The Business Times.
Además, la experiencia de carga y los costos asociados han afectado tanto a la empresa como a los consumidores. Para contrarrestar estos problemas, la empresa ha decidido deshacerse de 30,000 vehículos eléctricos, 10,000 más de lo planeado, y convertirlos en una oportunidad de venta directa.
El modelo funciona así: después de que un auto eléctrico alcanza los 50,000 kilómetros, Hertz lo pone a disposición del cliente que lo rentó por última vez. La compañía presenta esta opción como oportunidad para adquirir un Tesla a precio competitivo, lo que también alivia sus problemas de inventario.
Aunque esta estrategia no es completamente nueva, ya que la compañía lo hace con autos de combustión interna, plantea preguntas sobre el futuro de los vehículos eléctricos seminuevos. Otros actores de la industria observan con cautela este experimento, que podría redefinir el modelo de negocio tradicional.
Los retos para los autos eléctricos seminuevos
El caso de la arrendadora de autos ilustra los retos actuales de la transición hacia flotas más sostenibles. Aunque los autos eléctricos tienen ventajas ambientales, su depreciación y costos de mantenimiento son obstáculos.
La estrategia no solo busca mitigar sus pérdidas, sino también probar si existe mercado para vehículos eléctricos seminuevos en este segmento. Si el plan funciona, podría cambiar la percepción sobre el valor residual de estos autos en flotas comerciales.
En última instancia, Hertz parece estar transformando un problema en oportunidad, mientras explora nuevas formas de equilibrar sostenibilidad y rentabilidad. La pregunta clave es si los consumidores estarán dispuestos a quedarse con los autos eléctricos que inicialmente solo buscaban rentar.
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