Cuando Marvel inició con su universo cinematográfico, las cosas en el cine cambiaron para siempre, con producciones gigantescas y récords en la taquilla internacional que convertían cada estreno en un suceso. Lo que no se sabe es la historia que se vivió hace más de una década cuando algunos sueldos no eran similares.
El abanderado de Marvel siempre fue Robert Downey Jr., no solo por su personaje de Iron Man, también por el peso que tenía el actor en las decisiones de la empresa. Un ejemplo fue cuando se estrenó la primera película de los ‘Vengadores’ en 2012, recibiendo un pago de 50 millones de dólares, mientras algunos actores del cártel habían logrado contratos de “solo” 200,000 dólares.
Para 2015 con ‘Avengers: Age of Ultron’, los problemas llegaron a otro nivel. Marvel no tenía planes de dar un aumento considerable a sus actores, mientras ellos solicitaban por lo menos cinco millones de dólares al inicio del rodaje y mejores intereses cuando se diera el estreno.
Por otro lado, Chris Hemsworth ya era una estrella en esa época, trabajando con Universal en ‘Blancanieves y El Cazador’, mencionando que estaba listo para quedarse con ellos, en el caso que Marvel no quisiera adaptarse a sus nuevos requisitos.
Scarlet Johansson tuvo una situación similar, negándose a recibir un salario más bajo, amenazando a Marvel que dejaría su papel de Black Widow. Fue en ese momento cuando apareció Robert Downey Jr. para ser el intermediario en el conflicto.
Desde 2013, Deadline comentó que fue el actor el que decidió enfrentar el conflicto, para buscar evitar que los actores abandonaran el proyecto. El reporte menciona que Downey Jr. es visto como un líder, similar a un “hermano mayor”:
“Él es el único tipo con poder real en esta situación, y las bolas de acero, también. Ya envió un mensaje de que no va a trabajar para un lugar donde tratan a sus colegas como una mierda”
Al final conocemos la historia, los actores no aparecieron en la película, siguieron en la saga. Un final feliz, cortesía de Iron Man.
