Un agujero en el mar ubicado en la bahía de Chetumal, México, tiene un tamaño comparable al de casi dos Torres Latinoamericanas. Este es el agujero azul Taam Ja', una formación natural con 274 metros de profundidad y cubre una superficie de 13,690 metros cuadrados.
El descubrimiento fue realizado en 2023 por científicos de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR). Este agujero azul está clasificado como el segundo más grande conocido en el mundo, apenas detrás del Sansha Yongle, ubicado en China, que tiene 300 metros de profundidad.
Así son los agujeros azules
Se trata de una formación distinta a las fosas y los abismos marinos, que se crean con el movimiento de placas tectónicas y pueden llegar a medir hasta 11 mil metros de profundidad.
Los agujeros azules (formaciones kársticas costeras en su nombre científico) tienen un origen diferente. Estos se forman paulatinamente a lo largo de siglos y milenios por el movimiento del agua marina sobre suelos de roca caliza, un tipo de terreno que abunda en la Península de Yucatán y sus alrededores.
Este tipo de formaciones, dice la NOAA, pueden ser "un oasis en un fondo marino que de otro modo sería árido". Dicho de otra forma, son comunidades biológicas diversas de vida marina, como corales, esponjas, moluscos, tortugas marinas, tiburones y más.
Dentro de las formaciones la química del agua de mar es única e interactúa tanto con el agua subterranea y las capas acuíferas, contribuyendo así en el ciclo de carbono entre el agua superficial y subterránea.
La falta de información
El grupo de científicos de la Unidad Chetumal de ECOSUR, encargado de la investigación, indica en su publicación dentro de la revista “Frontiers in Marine Science”, que las formaciones kársticas costeras han sido poco exploradas hasta la fecha por la comunidad científica marina mundial.
Esto es por la falta de accesibilidad, así como su distribución y abundancia desconocida. Además, ya que en muchos de estos agujeros su abertura es demasiado pequeña, hace complicado que se pueda ingresar con un sumergible automático.
Por esta razón, decidieron iniciar un proyecto que tomó como base el conocimiento de pescadores de la zona, así como la investigación científica previa sobre estas formaciones. Iniciaron la recopilación de muestras en 2021, analizando los cambios en los niveles de oxígeno y concentraciones de sales del agua en diferentes profundidades.
En el proceso, también estudiaron sus características geomorfométricas, es decir, la forma y propiedades del terreno de la superficie terrestre, así como las fisicoquímicas, aquellas que describen tanto aspectos físicos como químicos de una sustancia o material del agujero azul.
Los hallazgos
Entre sus resultados, los investigadores descubrieron que el agujero tiene una forma casi circular en su superficie, con un área similar a la de dos campos de fútbol. Sus lados son empinados, con pendientes de 80 grados que forman una estructura similar a la de un gran cono, cubierto por biopelículas, sedimentos, piedra caliza y salientes de yeso.
La boca del agujero inicia a una profundidad de entre 4.5 y cinco metros bajo el nivel del mar, donde las propiedades del agua cambian significativamente en temperatura y en niveles de salinidad, así como en sus concentraciones de oxígeno.
A pesar de los resultados, la investigación también indica que se deben realizar estudios adicionales para comprender mejor la formación de estos agujeros. Para esto, sugieren utilizar vehículos operados remotamente o aparatos 3D de forma que se pueden identificar mejor cómo interactúan los diferentes factores que contribuyen a su creación.
El cuidado de estas formaciones
Además, los científicos advierten que la cercanía de este agujero con las costas de México y Belice puede derivar en un aumento de visitantes locales y extranjeros, junto con el desarrollo de actividades económicas, lo cual generaría una mayor presión ambiental.
Esto hace necesario implementar medidas regulatorias para su protección en el futuro, a pesar de que actualmente es una formación poco conocida y forma parte de la reserva estatal Santuario del Manatí.