Cada fin de semana, cientos de conductores en Ciudad de México dependen de Waze o Google Maps para esquivar el tráfico... y los alcoholímetros. Pero la duda que flota entre los usuarios es clara: ¿es ilegal que estas apps avisen dónde están los puntos de revisión del programa Conduce sin Alcohol? El propio ex secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, ya respondió a esta pregunta. Su respuesta sorprendió a más de uno: no, no es ilegal.
Lo dijo en una rueda de prensa cuando fue cuestionado sobre estas alertas. Explicó que cualquier ciudadano puede informar en redes sociales o plataformas sobre la ubicación de un alcoholímetro. No hay delito en compartir esta información. “No hemos tenido un menor impacto de revisión. No ha impactado de manera importante”, aseguró. A pesar de los avisos en X, Facebook o las propias aplicaciones, el programa no se ha debilitado. Los retenes están bien establecidos y se colocan en puntos estratégicos con base en datos de accidentes.
Desde su arranque en 2003, el programa Conduce sin Alcohol ha aplicado más de dos millones de pruebas. Cada noche, entre 16 y 20 retenes se despliegan en la capital. Algunos son fijos. Otros, móviles y sorpresivos. Todos cuentan con personal médico, un juez cívico y representantes de Derechos Humanos. El objetivo es simple: reducir accidentes relacionados con el alcohol al volante. Y los números respaldan la estrategia. Según datos de la Secretaría de Salud, los incidentes viales por consumo de alcohol bajaron más del 25% en los últimos años.
La herramienta que hace todo esto posible es el alcoholímetro. Este aparato mide el nivel de alcohol en el aliento. Utiliza sensores electroquímicos capaces de detectar el etanol con precisión. Lo que capta en el aire espirado se relaciona directamente con la concentración de alcohol en sangre. El límite legal en CDMX es de 0.4 miligramos por litro en el aliento o 0.8 gramos por litro en la sangre. Eso equivale, más o menos, a dos cervezas. Todo lo que pase de ese rango te puede llevar directo al torito.
Las consecuencias no son menores. Si un conductor supera el límite, puede recibir una multa de hasta 6,514 pesos, perder puntos en su licencia o incluso pasar hasta 36 horas detenido. Además, el auto es remitido al corralón. Las sanciones son más duras si hay reincidencia. Por eso, la SSC insiste en que el programa no se trata de una cacería, sino de un sistema preventivo.

España ya se trabaja para limitar que Waze o Google Maps avisen sobre controles policiacos
A nivel internacional, el debate sigue abierto. En países como España, por ejemplo, la Dirección General de Tráfico busca limitar estas alertas. Consideran que conocer la ubicación de los retenes puede fomentar la imprudencia. Pero en México, por ahora, no hay indicios de que se prohíba. Las aplicaciones funcionan como siempre y la autoridad no planea censurarlas.
Así que no, no es delito que Waze o Google Maps te digan dónde está un alcoholímetro. Pero eso no significa que debas usarlo como pretexto para beber y manejar. La tecnología puede darte alternativas. Pero la responsabilidad sigue siendo tuya. Conducir sobrio no es una opción. Es una obligación.
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