Motorola razr, primeras impresiones: un golpe fulminante a la nostalgia

Antonio Cahun

Editor Senior

Mi gusto por la tecnología comenzó cuando toqué por primera vez un NES a los 6 años. Metalhead y otaku, fan de One Piece. Comencé a escribir de tecnología como hobby, pero ahora es la manera en que me gano la vida. Puedes seguirme en X (Twitter) y en Instagram, donde todos los días publico historias de mi vida cotidiana. LinkedIn

El Motorola razr es oficial, y llega como el primer smartphone plegable de Motorola. Más importante, tiene todo el poder de la nostalgia de su lado, reviviendo los sentimientos del que fuera uno de los teléfonos más emblemáticos de la historia: el elegante, fino y legendario RAZR V3.

Hemos asistido a la exclusiva presentación para medios y aquí presentamos nuestras primeras impresiones del Motorola razr, quizás-el-más-importante smartphone plegable del 2019.

El amor entra por los ojos

Comenzaba apenas el 2019 cuando una gran bomba estalló: el legendario Motorola RAZR V3 regresaría al mercado como un smartphone plegable, y desde ese entonces el ecosistema tecnológico se mantuvo expectante de cada pequeño detalle que se daba a conocer. Hasta que entonces, se filtraron las primeras imágenes que mostraban a detalle el dispositivo, elevando aún más las ansias de conocerlo, pues revelaban un nuevo razr con unas líneas estéticas más que conocidas.

Esto sucedió en abril pasado, pero la información resultó ser verdadera, revelando con muchos meses de anticipación lo que Motorola preparaba. Es así que el nuevo razr llega como un ataque directo a la nostalgia, retomando no solo el nombre del legendario teléfono sino varios otros aspectos importantes y, por supuesto, mejorando muchos otros.

Uno de los más detalles estéticos más importantes que se mantiene es el delgado perfil. Según Motorola, el nuevo razr tiene el mismo grosor que el extinto V3, tanto abierto como plegado, pero, más allá de los números, es claro que la compañía hizo un gran trabajo de ingeniería para este logro.

Sin embargo, este reducido grosor tiene un "precio": la abultada barbilla. En este llamativo espacio Motorola integró varios de los componentes fundamentales del smartphone, permitiendo que mantenga su perfil fino. Aprovechando, aquí también se integra el sensor de huellas, en la posición más eficiente, según la compañía, ya que la parte trasera resultaba menos cómoda con el dispositivo plegado.

Hablando del dispositivo plegado, al estar cerrado el Motorola razr se convierte en un pequeño cuadrado que cabe perfectamente en la mano. La diferencia fundamental con el original V3 es que ahora presume de una pantalla más grande y más funcional, que permite revisar notificaciones y contestarlas con mensajes predeterminados, así como realizar videollamadas y tomar selfies con la cámara principal.

Motorola asegura que más posibilidades llegarán a la pantalla secundaria del nuevo razr, trabajo de los desarrolladores, pero promete que será más funcional con el paso del tiempo.

Y como ya mencionamos, en su posición plegada el Motorola razr mantiene su perfil delgado, justamente limitado por la barbilla que marca hasta dónde llega el grosor del dispositivo. Por cierto, mucho ojo con el mecanismo de la bisagra plegada, cómo se ve y cómo queda.

Por detrás se ve claramente la distinción de partes del Motorola razr, pero en el frontal eso desaparece con la pantalla completa

Para finalizar el tema del diseño, vale mucho la pena hablar sobre los materiales de fabricación y la composición del dispositivo. El Motorola razr está fabricado de resina en la parte trasera inferior, que le da un agarre cómodo, aunque quizás una apariencia no del todo premium; de cristal en la parte trasera superior, es decir la pantalla secundaria que pasa a ser el frontal al estar cerrado; y de acero inoxidable en todo el marco frontal y el sistema de la bisagra, lo que sí ayuda a su aspecto premium y a la rigidez necesaria para mantener firme la pantalla cuando debe serlo.

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La magia flexible de Motorola

El diseño retro es solo la primera mitad del atractivo del nuevo Motorola razr, su pantalla flexible es la otra. Motorola ha desarrollado una bisagra que permite que el razr se doble por la mitad sin dejar espacio entre las dos partes del panel. El sistema flexible en realidad se compone de tres partes que trabajan en conjunto, para mantener la pantalla firme cuando el razr está abierto, y para lograr el plegado completo cuando está cerrado.

La bisagra "se cierra" para mantener la pantalla rígida con ayuda de láminas de acero inoxidable, cuando el dispositivo está abierto, evitando que se cierre durante la interacción del usuario. Por el contrario, cuando el dispositivo se cierra, la bisagra "se abre" para dejar encajar las láminas en el propio cuerpo del dispositivo, evitando dejar espacio entre mitades.

En resumen, y sin entrar en tantos detalles, la pantalla se mantiene firme y rígida cuando está abierta y se pliega sin problemas al cerrarse. Una de las pruebas definitivas de la eficacia de la bisagra es que si sostenemos el dispositivo abierto, con la pantalla hacia abajo, y lo sacudimos, la pantalla se mantiene en su lugar, abierta, no se cierra por la acción.

Por otro lado, el sistema flexible permite que el Motorola razr sea abierto y cerrado fácilmente con una sola mano. Es decir, que el efecto dramático de colgar una llamada cerrando el dispositivo está presente, o más bien, de vuelta.

En este apartado es muy importante hablar del feeling de cerrar y abrir el Motorola razr. Al principio, las primeras veces por supuesto que da miedo plegarlo, el pensamiento inicial es que haremos un movimiento tosco y el móvil terminará partiéndose por la mitad. Sin embargo, tras un par de movimientos nos damos cuenta de la calidad de la composición y fabricación del razr.

Es entonces cuando comenzamos a disfrutar del "tac" que suena al cerrarlo y del movimiento natural del panel hace al plegarse. Y sí, al igual que en otras ocasiones, es un placer que pocos sabrán apreciar. Toma pocos minutos acostumbrarse a la magia flexible del Motorola razr, y aún menos comenzar a recordar los días de gloria del querido RAZR V3.

Anteponiendo el diseño

Dejando de lado los aspectos más importantes del Motorola razr, pasamos a lo más tradicional. Ya hablamos de sus especificaciones técnicas completas, así que sabemos que se trata de un dispositivo de gama media-alta en su interior, y desde mucho antes a su presentación, gracias a las filtraciones las quejas alrededor de esto se dejaron escuchar.

En este caso Motorola menciona que cada una de las decisiones sobre los componentes elegidos fue tomada priorizando el diseño. Es decir, el diseño del Motorola razr fue la prioridad durante su desarrollo. Es así que la elección del Snapdragon 710 fue tomada con base en el consumo energético y la optimización de hardware-software para lograr un desempeño a la altura de las necesidades de los usuarios del dispositivo.

La misma premisa aplica para la cámara. Motorola eligió integrar un solo sensor priorizando las necesidades de espacio del diseño del razr, además de que así se mantenía la esencia de su antecesor, respecto a la pantalla secundaria más grande y, en teoría, más funcional.

Con todo esto dicho, tenemos un Motorola razr capaz, pero que sí, efectivamente quizás no sea el mejor en cuestiones de desempeño y fotografía, comparándolo con otros competidores de la misma gama. Es entonces cuando hay que tener en mente el segmento del mercado al que va dirigido, aquel con el poder adquisitivo suficiente.

Teniendo esto en claro, podemos hablar de los demás aspectos del Motorola razr. Por ejemplo, en cuanto a la pantalla tenemos un panel de P-OLED que se desempeña bien, tanto en reproducción de contenido como en la acción plegable. Además, también tiene aspectos rescatados del RAZR V3, como es esa curva inferior; y si bien ahora ocupa casi todo el espacio hasta el marco superior, también está presente un gran notch para el altavoz y la cámara frontal.

La autonomía también es un aspecto interesante, pero del cual no podemos hablar, ya que el tiempo de prueba en nuestras primeras impresiones no fue suficiente para dar una opinión al respecto. Por otro lado, de lo que sí podemos hablar es del software, con Android 9.0 Pie en estado casi puro y el agregado de las queridas Moto Actions de Motorola, que permiten activar la cámara y linterna con gestos, entre otras cosas.

En este aspecto, solo podemos decir que esperamos un correcto soporte por parte de Motorola, en cuanto a actualizaciones de software y de seguridad. Además, de que debido a que la salida al mercado del razr será en enero del próximo año, debería llegar con Android 10 de fábrica.

El razr de nuestros tiempos

Lo voy a decir sin tapujos: el Motorola razr encanta por diseño y por el trabajo de desarrollo de la bisagra, que en verdad representa un hito de ingeniería que, en conjunto con todos los demás aspectos, también hacen del nuevo razr una pieza de arte. La nostalgia al sostenerlo y plegarlo es inevitable, pero al darse cuenta de que se trata de un mismo panel el que se flexiona, y no dos partes como en antaño, el brain explode es masivo.

Sin embargo, eso no quiere decir que la premisa básica de Motorola de "un smartphone de tamaño convencional en un formato más pequeño", sea del todo funcional. Es muy importante tener en cuenta esto, porque sí, hay mejoras notables, pero debemos tener los pies en la tierra y descubrir cómo estas pueden encajas en nuestras actividades del día a día, y más.

El Motorola razr tiene ganado nuestro corazón por diseño y nostalgia, y quizás también por mérito de desarrollo, pero en cuanto a funcionalidad y desempeño, aún tiene nuestro beneficio de la duda. Y por supuesto, la oportunidad de probar su valía.

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