Antes de Netflix, Amazon Prime Video o incluso Max y Disney+, existió Blockbuster. Esta empresa se dedicaba a vender y alquilar películas, pero tras el éxito de los servicios de streaming, su caída fue inevitable. Sin embargo, un grupo de idealistas en Estados Unidos ha creando Free Blockbuster, una iniciativa que intenta preservar las películas en formato físico.
La idea nació en Los Ángeles, de la mano de Brian Morrison, antiguo productor de cine y ex empleado de Blockbuster. Todo comenzó en 2019 cuando Morrison adaptó una vieja caja de periódicos, pintándola de azul y plasmando el logotipo de Free Blockbuster, similar al de la empresa.
Según una nota del New York Times, Morrison recuerda con cariño la época cuando el alquiler de películas era la norma: “Hay una nostalgia asociada a ella que resuena para toda una generación”. Free Blockbuster funciona de manera sencilla; solamente se necesita una caja donde se puedan colocar películas y series en formato físico para que alguien más las tome y pueda verlas..
Según Morrison, constantemente reabastece el Free Blockbuster de su vecindario, lo que incluso provoca que los vecinos interactúen entre ellos. “Somos animales sociales; queremos salir al mundo y relacionarnos unos con otros”, añade.
El movimiento de Free Blockbuster comenzó a ganar seguidores poco a poco desde su fundación en 2019 y actualmente hay poco más de 200 cajas comunitarias principalmente en Estados Unidos, pero también en Canadá, Inglaterra e incluso en México hay una. La de nuestro país está en Ciudad de México y se puede consultar la dirección en la página oficial de Free Blockbuster.
Pese a todo, no está claro cuántas de las cajas siguen en activo y el movimiento no se ha salvado de problemas. Poco después de la fundación de Free Blockbuster, Morrison recibió una carta de DISH Network, empresa que actualmente posee el registro de la marca Blockbuster. En el escrito se le solicitó que dejara de utilizar el nombre, colores y logotipo de la icónica alquiladora de películas.
New York Times se puso en contacto con DISH Network para comentar sobre la situación. “DISH sigue explorando y evaluando diferentes oportunidades que se ajusten mejor a la marca icónica”, fue la respuesta de la compañía.
Blockbuster, una compañía icónica
Blockbuster nació en 1985, en Dallas, Estados Unidos. Fue fundada por David Cook e inicialmente comenzaron alquilando películas en VHS. La mejor época de la compañía ocurrió entre 1990 e inicios del 2000, llegando a tener hasta 9,000 tiendas alrededor del mundo. El primer Blockbuster en México llegó en 1991, abriendo en el Cuautitlán Izcalli, Estado de México. Tras el crecimiento exponencial de los servicios de streaming después de 2010, la compañía quebró y se vio obligada a cerrar casi todas sus tiendas, sobreviviendo en la actualidad solo una en Bend, Oregon.
Una anécdota más que conocida, pero que vale la pena mencionar, es cuando Blockbuster tuvo contra las cuerdas a Netflix. Durante el año 2000, Blockbuster tuvo la oportunidad de comprar a Netflix por solo 50 millones de dólares, pero la compañía se negó argumentando que “la burbuja de los puntocom” era temporal. Blockbuster tuvo razón, pero eso no evitó que eventualmente Netflix cambiara su modelo de negocio y superara a la compañía que alguna vez los rechazó.
Si no estás familiarizado con “la burbuja de los puntocom”, se trata de un período en el que las compañías que centraban sus servicios en internet tuvieron un crecimiento gigantesco. Sucedió a finales de la década de los 90 e inicios de los 2000. La euforia en torno a estas empresas atrajo a los inversores, pero en marzo del 2000 la burbuja estalló de la mano de un colapso masivo en el mercado de valores.
Para finalizar, más de algún lector habrá conocido las tiendas de Blockbuster. Eran un centro en el cual podías conseguir todo tipo de películas y mercancía asociada a ellas, yo mismo llegué a apartar la última película de ‘Harry Potter’ y con ella me dieron una playera muy bonita que tenía pintado el dragón que aparece en ‘Las Reliquias de la Muerte Parte I’ que brillaba en la oscuridad. Eran muy bonitas y tengo el recuerdo de querer siempre entrar a ver qué había de nuevo. Pero el mundo cambia, y con ello la forma en la que nos relacionamos con el entretenimiento.
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