Estos investigadores analizaron 280 muestras de agua embotellada y descubrieron que solo una marca no tiene microplásticos

Investigadoras del CSIC y el Instituto de Salud Global de Barcelona analizaron 20 marcas de agua embotellada comercializadas en España para saber cuántos microplásticos de entre 0.7 y 20 micrómetros contenían, así como para observar la presencia de otros aditivos. Lo que hallaron fue que en cada litro había 359 nanogramos de plástico, una cantidad comparable a la que hay en el agua de la llave, según un estudio previo.

El equipo también descubrió que que solo una de las marcas estaba libre de estas partículas, sin embargo, en todas había presencia de 28 aditivos plásticos. En total se analizaron 280 muestras, considerando botellas de 1.5 y 0.5 litros. De acuerdo con las autoras, si un adulto bebe dos litros de agua al día, esto equivale a una ingesta de 262 microgramos de plástico al año.

Bastante microplástico

Para su análisis, el equipo desarrolló una metodología basada en cromatografía líquida y espectrometría de masas de alta resolución. Marinella Farré, una de las autoras del trabajo, señaló que a diferencia de otras técnicas, esta permite cuantificar partículas de diferentes formas y de tamaños extremadamente pequeños.

Cristina Villanueva, otra de las autoras, explicó que, al comparar sus resultados con los de otro estudio que analizaba el agua del grifo en Barcelona, notaron que la concentración de micro y nanoplásticos era similar. La principal diferencia estaba en el tipo de polímero: mientras que en el agua de la llave encontraron polietileno (PE) y polipropileno (PP), el agua embotellada contenía en su mayoría tereftalato de polietileno (PET).

Pese a que la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea aún no fija límites para la cantidad segura de ingesta de micro y nanoplásticos, el nuevo método de análisis podría ayudar a establecerlos. Marta Llorca, coautora del estudio, advirtió sobre el impacto que los compuestos químicos tienen en el ambiente. Por su parte, Farré explicó que estos pueden tener efectos tóxicos en las células humanas.

¿Qué pasa en México?

Estudios similares se han realizado en otras partes del mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, investigadores de la Universidad de Columbia utilizaron una técnica llamada microscopía de dispersión estimulada Raman para analizar tres marcas de agua embotellada para buscar micro y nanoplásticos. Los resultados revelaron había entre 110,000 y 370,000 fragmentos de plástico por litro y que el 90% eran microplásticos.

Por otra parte, una reciente investigación hecha por la Academia Nacional de Ciencias reveló que en México hay hasta 240,000 microplásticos por cada litro de agua embotellada. De acuerdo con Excélsior, el análisis incluyó marcas nacionales e internacionales comercializadas en el país como Bonafont, Epura y Ciel. Las principales sustancias halladas fueron polipropileno, polietileno y nailon.

Según informó el medio, la causa principal de la presencia de estos plásticos se encuentra en el envase. Al exponerse al calor o largos periodos de almacenamiento, dichos envases pueden desprender microfragmentos. También es posible que estas partículas sean liberadas durante los procesos industriales. Otros factores pueden ser el transporte y las malas condiciones de refrigeración.