Alguien va a cavar un masivo agujero de 20 km en la tierra, para demostrar que el futuro de la energía está bajo nuestros pies

Perforacion 20 Km
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Perforar la Tierra para aprovechar la energía renovable del calor del interior del planeta. Este es el objetivo de Quaise Energy, una startup que tiene la intención de "revolucionar" el mercado de la energía geotérmica creando agujeros.

Para lograrlo han recaudado 63 millones de dólares desde su lanzamiento en 2020, para poder acceder a energía "en cualquier parte del mundo", de acuerdo con Carlos Araque, director ejecutivo y cofundador de Quaise Energy.

Actualmente las plantas de energía geotérmica se encuentran en áreas donde la roca caliente se encuentra cerca de la superficie de la Tierra, como fallas tectónicas activas, para aprovechar mejor el calor natural del planeta y convertirlo en electricidad.

Cambiando la forma de perforar la Tierra

Quaise, que es una derivación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) busca utilizar una tecnología de tubos de vacío, mejor conocidos como "girotones", en lugar de brocas que son métodos tradicionales. Para lograrlo, disparan haces de luz de ondas milimétricas, alimentados por electrones en un campo magnético, para "forzar" a que los átomos se fusionen.

Perforado Pozo El agujero de Kola Superdeep Borehole, en Rusia

Con este dispositivo la compañía plantea llegar casi al doble de la profundidad de la Tierra que los agujeros más hondos hasta ahora, como el Kola Superdeep Borehole de Rusia o el pozo de petróleo Al Shaheen de Qatar, que se extienden a unos 12 kilómetros.

Estos girotones permiten calentar el plasma en experimentos de fusión nuclear, que los hacen una herramienta para sondear las profundidades a casi 20 kilómetros, con temperaturas de alrededor de 500 °C. Esto permite al agua bombeada convertirse en vapor casi instantáneamente para pasar a electricidad.

Quaise

En menos de cinco años los primeros modelos

La compañía busca tener dispositivos para hacer operaciones de prueba en los próximos dos años y podrían tener un sistema operativo que produzca energía para 2026.

En 2028 esperan hacerse cargo de las antiguas centrales eléctricas alimentadas por carbón, para transformarlas en instalaciones alimentadas por vapor.

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