Islandia ha tomado una medida drástica tras la turbulencia económica mundial: suspender la caza de ballenas

Islandia ha tomado una medida drástica tras la turbulencia económica mundial: suspender la caza de ballenas
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
obed-nares

Obed Nares

Editor Jr

Islandia decidió suspender nuevamente la temporada de caza de ballenas, una medida drástica que responde, en esta ocasión, a la inestabilidad económica mundial. La empresa Hvalur hf., la más grande y prácticamente la única operativa en el país, anunció que no cazarán este verano, lo que convierte a este en el segundo año consecutivo sin actividad. La razón principal, según su director general Kristján Loftsson, es que la caza ya no es económicamente viable.

De acuerdo a Euro News, Hvalur hf. tenía permiso para cazar hasta 200 rorcuales comunes durante la temporada que normalmente va de junio a septiembre. Sin embargo, la compañía optó por no participar. “Dada la situación económica actual, Hvalur hf. no ve otra opción que permanecer atracado y esperar a que lleguen días mejores”, declaró Loftsson. La decisión se comunicó oficialmente a su personal lo que anticipa un año más sin arpones ni exportaciones de carne de ballena.

Japón, antes un mercado firme, ya no sostiene la industria islandesa

Hvalur hf. exporta casi la totalidad de sus productos a Japón, país que también permite la caza comercial de ballenas. No obstante, la inflación y la caída de precios en ese mercado hicieron insostenible continuar con la práctica. “El precio de nuestros productos es ahora tan bajo que no se justifica la búsqueda”, explicó Loftsson al medio islandés Ice News.

De hecho, el año pasado la empresa tampoco participó en la temporada debido a que el permiso oficial fue emitido solo un día antes de su inicio, lo que dificultó la planificación logística y operativa. La situación no ha mejorado en 2025 y con el contexto de una economía global volátil y aranceles impredecibles, la caza de ballenas ya dejó de ser rentable.

Humpback 79855 1280

La industria ballenera se tambalea y las consecuencias ya afectan a las comunidades locales

La decisión de suspender la temporada no solo tiene impacto económico para la empresa, sino también para comunidades como la de Akranes, donde muchos trabajadores dependen directamente de la caza. Según RUV News, Vilhjálmur Birgisson, presidente del sindicato de trabajadores de Akranes, lamentó profundamente la noticia y la calificó como “un duro golpe para el oeste de Islandia y para la economía en su conjunto”.

Birgisson destacó que los ingresos por exportaciones de productos de ballena rondan los tres mil millones de coronas islandesas y que los salarios pagados por Hvalur durante la temporada alta alcanzan los 1,200 millones. “Esto ocurre aquí mismo, en nuestra comunidad local”, señaló. A pesar de la tristeza, el dirigente sindical también consideró positivo que la decisión se haya tomado con tiempo, lo que permitirá a los trabajadores buscar otras opciones laborales.

Las críticas y el activismo ganan terreno en el debate nacional sobre la caza de ballenas

La práctica de cazar ballenas fue desde hace tiempo objeto de controversia tanto en Islandia como en la escena internacional. De acuerdo a Barron’s, solo tres países mantienen esta tradición: Islandia, Noruega y Japón. Sin embargo, la presión de organizaciones defensoras de los animales ha aumentado considerablemente en los últimos años.

En 2024, Islandia ya había suspendido la caza de ballenas durante dos meses tras una investigación gubernamental que reveló que los métodos utilizados no cumplían con las leyes de bienestar animal. Este tipo de medidas han avivado el debate público sobre si debería permitirse o no esta práctica.

Iceland 4649477 1280

Wendy Higgins, directora de comunicación de la organización Humane World for Animals, celebró la reciente cancelación para la temporada 2025. “Ya es hora de que los barcos balleneros de Islandia dejen de teñir el mar de rojo. Es momento de establecer una prohibición total de la caza comercial de ballenas”, afirmó en declaraciones a Barron’s.

Aunque la suspensión de la caza este año ha sido motivada principalmente por cuestiones económicas, la tendencia apunta a un cambio estructural más profundo. La segunda mayor empresa del país, IP-Utgerd, cesó sus actividades en 2020 debido a la falta de rentabilidad, especialmente durante la pandemia de COVID-19, cuando la demanda de carne de ballena disminuyó drásticamente.

Como señaló Euro News, cumplir con las cuotas de caza ha sido cada vez más complicado en los últimos años. A pesar de que Islandia cuenta con permisos vigentes, la falta de incentivos económicos, las regulaciones más estrictas y el creciente rechazo social están bajando a la industria.

Inicio