Horizon Zero Dawn, análisis

Dejemos atrás a los Helgast y los niveles lineales de Killzone para darle la bienvenida a Horizon Zero Dawn, el nuevo capitulo de Guerrilla Games que nos viene a ofrecer un gran mundo libre para explorar; lleno de vida, misiones principales, secundarias y criaturas realmente sorprendentes. Es un cambio drástico para el estudio desarrollador, y con este análisis ustedes podrán descubrir por qué estamos tratando con una obra maestra.

Horizon Zero Dawn se desarrolla en un futuro distante, donde la Tierra ha regresado a la era de las tribus debido a algo catastrófico que destruyó a toda forma de vida. Eso es todo lo que les puedo contar sin abundar en spoilers que arruinen su experiencia. Los jugadores toman el control de Aloy, una joven forastera que busca las respuestas a sus orígenes y a los de este mundo, en el que humanos tienen que convivir por alguna razón con maquinas peligrosas que se asemejan a dinosaurios.

Desde la escena de apertura, el mundo de Horizon Zero Dawn ya nos atrapa con su increíble narrativa, gráficos y sonidos. La necesidad intrigante de saber qué sucedió con el pasado de la Tierra, su estado actual y las tribus que la habitan se entretejen para crear un ambiente dinámico que hace que nos hundamos más y más en este ambiente.

Durante las primeras horas nos la pasaremos jugando una especie de tutorial donde Aloy es entrenada para sobrevivir en un mundo salvaje. Pero tras una situación inesperada, nos veremos obligados a abandonar nuestro hogar para buscar respuestas. Es aquí cuando realmente comienza nuestra aventura en Horizon Zero Dawn.

Pocos mundos abiertos en la escala de Horizon Zero Dawn logran instalar una sensación de peligro y miedo cada vez que lo vamos explorando. Si no andamos con cuidado una maquina podría sorprendernos y hacernos pedazos en un abrir y cerrar los ojos - claro, eso si es que jugamos en la dificultad más elevada que ofrece el juego, que ofrece un verdadero reto hasta para los jugadores más experimentados. El saber cómo afrontar cada situación hará que la experiencia de juego varíe para todo el mundo.

El sigilo no es algo que sea obligatorio en este juego para acabar con las maquinas y humanos. También podremos ir directo por ellos utilizando una serie de armas potentes, entre las que se encuentran metralletas pesadas, arcos con daños elementales y otros artilugios raros con mucha capacidad de dañó y para diferentes situaciones.

Y ya que estamos con los enemigos, más arriba se enteraron que existen dos tipos: maquinas y humanos. Combatir contra los humanos es algo que se hace aburrido y sin gracia. En su mayoría los encontraremos en campamentos y tendremos que acabar con ellos más o menos como se hace en Far Cry; marcándolos y yendo por ellos en sigilo, o a directamente alertando a todo el mundo. Lo malo es que a veces su inteligencia es muy tonta, a tal grado que si matas a un compañero cerca de otro este ni se da cuenta de lo que ha pasado.

Las maquinas, al contrario de los humanos, ofrecen batallas emocionantes y que dan gusto. Al principio nos enfrentaremos con simples vigilantes y carroñeros que son fáciles de abatir, pero más adelante nos encontraremos con retos más grandes... literalmente. Como con t-rex armados hasta los dientes, cocodrilos que escupen hielo, aves tan grandes que tapan el sol, e incluso topos que nos tiran piedras gigantes y que son muy peligrosos si no vamos bien preparados.

Cada máquina de Horizon Zero Dawn tiene un instinto animalista que se siente único, y es esta diversificación lo que hace que el combate sea tan satisfactorio. También cada robot posee sus debilidades y fortalezas, las cuales podemos aprovechar para derrotarlos de una manera más épica y gratificante. Un ejemplo que les puedo compartir es con unas maquinas que poseen grandes depósitos de Lumbre (material inflamable), a los cuales si le acertamos con una flecha de fuego explotan de tal manera que dañan a los otros enemigos que pudieran estar al lado. Otro ejemplo interesante es el del t-rex, al cual se le pueden desprender sus torreras y recogerlas para causarle daño critico. Así de variado es el combate contra estos animales robóticos.

Y ya ni hablar de los escenarios del juego, que son toda una delicia visual y auditiva. El mapa es enorme y nos ofrece lugares montañosos nevados, bosques, desiertos y hasta ciudades destruidas a las cuales la naturaleza le ha ganado su territorio de nueva cuenta. Estos sitios podemos explorarlos para encontrar objetos coleccionables y otros misterios como las Calderas, que tienen un diseño muy parecido a la Cámara de Cristal de Destiny. También tenemos actividades secundarias, como los campamentos de bandidos que deberemos de liberar y los terrenos de caza, en donde seremos capaces de afinar nuestras habilidades para asesinar maquinas con las diferentes armas y trampas.

Una de las estrellas del juego son sin duda las misiones principales y secundarias. Las están por montones y cuentan diferentes historias que nos enganchan al momento. En cada pueblo siempre habrá alguien buscando ayuda y Aloy aceptará cada trabajo con gusto, claro, eso sin antes cuestionar al NPC y conocer más sobre su historia gracias al sistema de dialogo de opción múltiple que profundiza las cosas y nos hace enterarnos mucho más acerca de un lugar o personaje. Las conversaciones se sienten naturales, pero a veces hay problemas con las animaciones faciales en las que cuando incluso han acabo de hablar siguen moviendo los labios.

Otra parte importante del juego es el Foco, un dispositivo que permite que Aloy vea e interactúe con artículos y registros del pasado, así como rastrear huellas de gente desaparecida. También es muy útil para saber qué nivel y tipo de daño afecta a cada maquina, marcar a cualquier tipo de enemigo y saber siempre donde está, e incluso para conocer la ruta que toma y así aprovechar una táctica para planear un ataque silencioso.

El Foco de Aloy se convierte en una parte integral de no sólo el combate, sino de casi todo lo que hacemos en el juego. A menudo olvidaremos que incluso lo estemos utilizando, porque se ajusta tan bien contextualmente dentro del juego y esa es una buena noticia.

En cuanto a Aloy como personaje, desde sus primeros inicios como marginada, salir adelante y superar sus primeros retos importantes fue algo que se sintió inspirador. Su desarrollo en la historia se ve muy natural, como si realmente estuviera aprendiendo y evolucionando mientras explora el mundo que la rodea. y esto no es solamente por los puntos de habilidad que podemos asignarle cada vez que subamos de nivel cazando maquinas, sino por la manera en que ella actúa y hablaba con otros personajes. Su estatura en la sociedad y los valores que defiende son prominentes en sus interacciones, cada vez más intensas con el tiempo. Es un personaje simpático, con una personalidad realista, y bastante fuerte como para seguir protagonizando una posible secuela.

En resumen, Horizon Zero Dawn toma elementos de otros videojuegos y los combina de una manera magistral, tanto así que nos mantiene muy bien entretenidos desde principio a fin. Incluso después de los créditos finales vamos a seguir regresando por más debido a su gran número de actividades y misiones secundarias. En cuanto a su rendimiento, el juego es casi impecable; su tasa de cuadros por segundo se mantiene muy estable y en raras ocasiones veía caídas notables, y los tiempos de carga no son tan desesperadamente largos. En cuanto a visuales, es una delicia desplazarnos por el mapa y de repente pararnos en un sitio solo para aprovechar el modo Foto para capturar imágenes realmente espectaculares. En este análisis de hecho ustedes pueden admirar algunas tomas que realicé durante mi aventura.

Tal vez Guerrilla Games no haya innovado con Horizon Zero Dawn, pero de lo que estoy totalmente seguro es que este videojuego es uno de los mejores exclusivos que he jugado en PlayStation 4 y yo ya estoy esperando por una secuela. Todos los propietarios de PS4 deberían adquirir esta obra maestra ahora mismo. Totalmente recomendado.