El tramadol ha sido clasificada como una sustancia prohibida para la competición deportiva en 2024 y Sudáfrica enfrenta un severo problema de adicción al opioide, pero en México se le vende sin necesidad siquiera de receta médica. El caso mexicano es curioso porque aunque el tramadol es un medicamento que suele ser muy efectivo para tratamiento del dolor, puede causar adicción y es estrictamente controlado en Estados Unidos y muchos países europeos.
En México, la caja de tramadol no solo es de venta libre, sino que puede ser inclusive barata. Una caja con 10 tabletas puede conseguirse en aproximadamente 80 pesos. Su compra, tan simple como cómoda, dista de cómo se le consigue en África, donde una crisis de salud por adicción ha provocado que el tramadol solo pueda conseguirse mediante terceros que hacen contrabando. Todo parece indicar que México tiene mucho que ver con la llegada del tramadol a África.
"Algunos lo llaman la droga de los terroristas", según escribe Óscar Balderas para Milenio, en un reporte ilustrativo que da detalles sobre sus riesgos. En bajas dosis sirve como morfina, pero en dosis altas puede provocar picos de energía. Su uso es tan grave y amplio que, según la investigación de Balderas, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación están exportando tramadol directamente a África y alimentan una crisis de salud cuyo pilar central es la adicción a los analgésicos.
Balderas consiguió información de que en enero pasado los oficiales de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos encontraron un camión rumbo a Texas con 70 kilos de tramadol, en lo que fue el cuarto decomiso del medicamento en menos de tres meses. "No me sorprendería que fuera el mismo caso en África", dijo un oficial a Balderas.
El auge del tramadol
El tramadol tiene efectos relajantes, puede mejorar el rendimiento físico, eliminar el hambre y hasta prolongar la actividad sexual, según un reporte de 2019 de la agencia EFE que cita a la OMS, uno de los primeros textos periodísticos que documenta el uso del medicamento en África. Su variedad de efectos hace que el tramadol sea atractivo para estudiantes en temporada de exámenes y hasta para conductores de autobús que quieren evitar, a toda costa, el cansancio. Ya desde 2019 su mercado se volvía tan masivo que la explosión de contrabando comenzaba no solo en África Occidental y Central, sino también en Oriente Medio.
No hay una forma segura de establecer el camino de tramadol hacia África, pero la OMS tiene una pieza central del rompecabezas. En 2020, publicó que los grandes envíos de tramadol incautados en Europa estaban siendo destinados a Egipto y Libia y provenían, precisamente, de América del Norte. De los tres países en la región, México es el único que tiene venta libre de tramadol y es la fuente principal de la demanda de opiáceos y opioides, según reconoció a Univisión el excomisionado de seguridad Nacional de Seguridad de la Secretaría de Gobernación de México, Renato Sales.
Cinco años después, la Agencia Mundial Antidopaje ha incluido al tramadol en la lista de sustancias dopantes que entró en vigor este 2024. Antes ya ha sido objeto de controversia, cuando el ciclista colombiano, Nairo Quintana, fue descalificado del Tour de Francia de 2022 por el uso del opioide. Con tantas alertas, en México no ha pasado desapercibido que quizás el tramadol debería ser meritorio para una venta para receta, como propuso una iniciativa en 2021 que rondó en el Senado y que fue olímpicamente ignorada.
En la iniciativa, propuesta por Noé Fernando Castañón, se dice que ya hay uso de tramadol como droga recreativa por niñas, niños y adolescentes en México.
Según el informe mundial de drogas de 2023 de la ONU, el uso del tramadol en el Norte de África, África Occidental, Oriente Medio y Asia Sudoccidental se ha convertido en una "epidemia de consumo no médico de opioide". La mitad de los fármacos opioides incautados en todo el mundo se concentran, precisamente, en África.
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