Julio de 2003, estrena en cines la primera parte de una de las sagas más queridas del público. Bajo la dirección de Gore Verbinski, Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra se convirtió en el referente del cine de fantasía y aventuras de principios del siglo y sirvió como trampolín para que su protgonista Keira Knightley alcanzara el estrellato. Sin embargo, no fue su mejor experiencia.
Como algunas otras actrices de su generación, Natalie Portman y Scarlett Johansson por ejemplo, Knightley se introdujo al mundo del cine desde muy temprana edad. Por esta razón, tuvo que asistir a terapia durante años para superar las consecuencias de haber aparecido en la producción de Disney. Solo tenía 18 años.
Como contexto, debemos tener en cuenta que cuando se unió al elenco sus compañeros de reparto Johnny Depp y Orlando Bloom tenían 40 y 26 años, respectivamente. Y no, no se trata de alguna cuestión con ellos, sino que no se sentía preparada para toda la atención mediática que recibió.
Como platicó en una entrevista para Variety, la experiencia de formar parte del universo de Jack Sparrow fue "traumática" al no saber cómo manejar un alto nivel de fama a una edad tan temprana. Lo difícil, según explicó, fue el escrutinio al que se sometió durante aquellos años.
"Me pareció bastante horrible. No soy extrovertida, así que me resultó muy difícil ese nivel de escrutinio y ese nivel de fama. Es una edad muy precaria, sobre todo para las mujeres. En cierto modo, sigues siendo una niña. Fue traumático".
Eso sí, aclaró que no cambiaría su decisión ya que ello la impulsó para abrirse paso en la industria del entretenimiento. A grandes rasgos, haber interpretado a Elizabeth Swann fue un punto clave en su carrera para hacerla llegar hasta donde se encuentra el día de hoy.
"Mirando atrás, ¿haría algo diferente? No, no lo haría porque ahora tengo una suerte increíble, y mi carrera está en un punto en el que realmente la disfruto, y tengo un nivel de fama mucho menos intenso. Ahora puedo lidiar con ello, y eso es genial. Pero en ese momento, no era tan genial, y me llevó muchos años de terapia descubrirlo".
Y no es para menos, esta cinta fue solo el inicio de una franquicia de más de 4,500 millones de dólares. A su vez, también pudo haber sido un punto clave para sus futuros proyectos como Orgullo y Prejuicio y El código enigma que le valieron nominaciones al premio Oscar.
Eso sí, afirmó que la mayor lección que le dejó aquel tortuoso viaje fue la iniciativa de proteger y cuidar a las actrices jóvenes. En caso de que quieras disfrutar de la saga completa de Piratas del Caribe, te recordamos que puedes encontrarla a través de Disney+.
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