Ubicado al sur de Francia, el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER) es un titánico proyecto de fusión nuclear que suma esfuerzos de 35 de las más grandes potencias económicas del mundo, incluidas China, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo, pese a que su puesta en marcha se esperaba para el 2025, los científicos encargados del proyecto han dicho que esta tardará al menos 15 años más.
En declaraciones recientes para Euronews, Laban Coblentz, responsable de comunicaciones del ITER, dijo que "posiblemente estamos construyendo la máquina más compleja jamás diseñada". De acuerdo con el medio, una vez terminado, el dispositivo experimental pesará 23,000 toneladas y soportará temperaturas de hasta 150 millones de grados centígrados.
Los retrasos en la construcción de ITER
El reactor se encuentra en Cadarache, al sur de Francia, y está basado en el diseño tokamak, un dispositivo que utiliza un poderoso campo magnético para confinar plasma a altísimas temperaturas. Esto hace posible la fusión de núcleos de hidrógeno y genera energía limpia y, en teoría, ilimitada.
Aunque la construcción de ITER ya está terminada, su primera prueba no tendrá lugar sino hasta, posiblemente, 2039. Esto en parte debido a los altísimos costos que ha implicado este proyecto. Originalmente se tenía previsto que la construcción de ITER costara alrededor de 5,000 millones de dólares. Sin embargo, los múltiples retrasos aumentaron esta cifra a 22,000 millones, más otros 5,000 millones para gastos adicionales.
Según Pietro Barabaschi, director general del ITER, otra causa del retraso fue la pandemia de COVID-19, que ocasionó reducción de personal, cierre de fábricas y múltiples retrasos en envíos e inspecciones. Además, la poca disponibilidad de componentes y la baja calidad en el diseño del reactor, así como un cronograma "demasiado optimista" para el ensamblaje del reactor y la obtención de plasma contribuyeron a aplazar el proyecto.

El objetivo principal de ITER
El enorme equipo detrás del reactor ITER tiene un objetivo claro: demostrar que el proceso de fusión nuclear es viable a escalas industriales. Se busca que ITER sea capaz de generar 500 MW de potencia térmica de fusión tan solo con usar 50 MW para calentar el plasma.
La búsqueda por producir energía a partir de la fusión nuclear no es algo nuevo. Este proceso (que en forma natural ocurre en el corazón de las estrellas) consiste en hacer chocar dos átomos de hidrógenos para formar un átomo de helio. Esto da como resultado una gran cantidad de energía limpia que los humanos buscamos aprovechar.
ITER no es el único reactor experimental que actualmente se encuentra en desarrollo. También en Francia, la empresa Renaissance Fusion busca comercializar centrales eléctricas que recurran a un tipo de reactor de fusión denominado stellarator. Sin embargo, la empresa aún no ha revelado cuándo estará listo su primer prototipo ni cuándo se construirá la primera central eléctrica que opere con dicho reactor.
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