SpaceX, de Elon Musk, enfrentará a las autoridades debido a un supuesto lanzamiento comercial en el que se le acusa de violar los requisitos de seguridad impuestos en Estados Unidos y pone en peligro su licencia de prueba.
La Administración Federal de Aviación (FAA) indicó que durante el lanzamiento del Starship SN8 de SpaceX, realizado en diciembre, la compañía no notificó que había riesgo de explosión debido a sobrepresión en la nave.
Ahora, la FAA dice que la sobrepresión de la explosión pudo ser un peligro para el público si el vehículo de lanzamiento explota durante el impacto, creando potencialmente una onda de choque que daña las ventanas en áreas relativamente alejadas del lugar del impacto.
— Xataka México (@XatakaMexico) December 9, 2020
El subcomité de aviación y la Cámara de Representantes se quejaron de la falta de acción por parte de la FAA y dijeron que el personal evalúa las actividades de lanzamiento de SpaceX las cuales "plantean serias dudas", de acuerdo con la agencia de noticias Reuters.
Elon Musk y SpaceX serán vigilados
En febrero, la FAA solicitó a SpaceX que investigara el incidente, incluida una revisión exhaustiva de su cultura de seguridad. Asimismo, ordenó que se suspendieran algunas pruebas en el sitio de lanzamiento de Boca Chica, Texas, hasta que se completara la investigación y aprobara las acciones correctivas de la compañía.
El nuevo prototipo de Starship, SN11, tiene previsto realizar su prueba de vuelo el martes 30 de marzo. El despegue se realizaría este lunes, pero Musk dijo que “el inspector de la FAA no pudo llegar a Starbase a tiempo para el lanzamiento" y por ello tuvo que moverse de fecha.
SpaceX requiere que un inspector de la FAA esté presente en cada despegue de la compañía desde el pasado 12 de marzo con el fin de garantizar el cumplimiento de las regulaciones federales.
