SpaceX ha comprado uno de los paquetes publicitarios más grandes que tiene Twitter, donde el magnate Elon Musk, y dueño de ambas compañías ahora promoverá el servicio de internet satelital, Starlink, en la red social, en al menos dos mercados, España y Australia.
De acuerdo con CNBC, esta campaña de SpaceX se conoce como "adquisición", donde se gastan al menos 250,000 dólares (casi cinco millones de pesos) para que una marca aparezca en la parte superior del timeline durante un día completo.
Según el medio, los usuarios deberían ver mensajes de Starlink las tres primeras veces que abren Twitter, el día o los días que la campaña esté activa en estos dos países.
Por su parte, los empleados actuales y anteriores de Twitter detallaron que SpaceX no suele comprar grandes paquetes publicitarios.
Tras revelarse la compra de la publicidad, el propio Musk añadió que se trató de un "paquete de anuncios pequeño, no grande", con la intención de probar la efectividad de los anuncios de Twitter en Australia y España, haciendo además una comparación directa con los resultados que pueden obtener en Facebook, Instagram y Google.
SpaceX Starlink bought a tiny – not large – ad package to test effectiveness of Twitter advertising in Australia & Spain. Did same for FB/Insta/Google.
— Elon Musk (@elonmusk) November 14, 2022
CNBC también tuvo acceso a documentos internos de la compañía espacial de Musk, revelándose que han gastado más de 160,000 dólares para Starlink en Australia y España.
Los problemas de Musk tras la compra de la red social
De momento Twitter se enfrenta a la necesidad de vender publicidad en línea, pues uno de los objetivos de Musk es generar más ingresos, y al menos la mitad de ellos deben venir de los suscriptores además de la publicidad.
El medio detalla que esta adquisición no es lo suficientemente grande como para compensar los múltiples anunciantes que han dejado de gastar su dinero de publicidad dentro de la plataforma, o han decidido abandonar Twitter tras la adquisición por parte de Musk.
Otro problema del magnate en la plataforma es el caos en la implementación de las "palomitas", que ahora se dividen en los usuarios que pagan Twitter Blue por ocho dólares, mientras que están los que cuentan con un perfil de identidad verificada.
En una de sus últimas revelaciones, Musk reveló a los empleados actuales que la bancarrota no está descartada, en parte del éxodo de anunciantes, pero también por una recesión económica más amplia.
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