Ya sea el nacimiento de un volcán, el movimiento de magma bajo superficie, o nuevos rompimientos de una placa, cientos de sismos se han notado en Michoacán desde el 5 de enero de 2020. El "movimiento" ha sido tanto, que la UNAM ya se alía con universidades de Colima y Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para investigar lo que está pasando; todos, coordinados por Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) trabajan en encontrar las razones detrás del enjambre sísmico.
El enjambre sísmico, explica la UNAM, se asocia con liberaciones de energía que pasan bajo tierra. En este caso en específico hay rompimiento en terreno entre 40 y cinco kilómetros de profundidad, con la mayoría de la vibración ocurriendo a 15 kilómetros. Las opciones son esencialmente dos: las raíces del asunto son o tectónicas o magmáticas.
Monitoreo permanente
Los enjambres sísmicos antes se han asociado con nacimientos de volcanes, aunque su relación no es clara. Hace cinco años en Chile hubo un enjambre sísmico que se creyó podría originar un nuevo volcán; al final aunque el movimiento sí se debió a magma que ascendía el volcán nunca se formó. Caso contrario sucedió con el volcán Paricutín, cuya sismicidad fue tan fuerte que se llegó a detectar en Ciudad de México.
Por ello es que ahora hay monitoreo permanente por parte de 50 científicos en la zona.
Si bien podría tratarse de magma movilizándose bajo suelo (lo que podría o no crear un volcán), también puede que la naturaleza esté únicamente en rompimientos de placa, similar a lo que ha ocurrido en al menos tres eventos, según indica la UNAM. Los eventos de los que se tiene registro ocurrieron en 1997, 1999 y en 2006.
Si es un cuerpo magmático el que está ascendiendo y provocando el enjambre, hay posibilidades de que el cuerpo magmático quede dentro de la superficie, o que salga y eventualmente nazca un volcán
Delgado Granados, Director del Instituto de Geofísica
Una vez que los estudios concluyan se determinará si el origen del movimiento es tectónico o magmático. En las cercanías de Uruapan se han registrado más de 3,000 sismos del 5 de enero al 11 de febrero de 2020.
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