Toda foto de un menor en internet genera una huella digital que puede ser usada para delitos de todo tipo. ese es el argumento bajo el cual en Cámara de Diputados se ha presentado una iniciativa para que padres y madres sean impedidos de subir imágenes de sus niñas y niños. Hacerlo, se lee en la iniciativa, viola su intimidad.
Presentada por la diputada María de los Ángeles Gutiérrez del PAN, la propuesta es acabar con el "shantering", un anglicismo que combina los términos "share" (compartir) y "parenting" (paternidad). El término, hasta ahora totalmente ajeno a las leyes mexicanas, consiste en que padres y madres suban a redes sociales fotos, ubicaciones, intereses y hasta fecha de cumpleaños de hijas e hijos. Toda esa información genera una huella digital que queda disponible al navegar y hacer búsquedas en internet.
El problema de compartir de más
Los efectos del shantering van desde el ciberacoso hasta delitos como fraude y pornografía, según la iniciativa. El ejemplo dado es drástico. Según el estudio citado hecho en Reino Unido, 'Share with Care 2016, Nominet', hay niñas y niños que llegan a los cinco años de edad con más de 1,000 fotografías suyas en la red. Las fotos se acompañan de datos de todo tipo, como primer día en la escuela, problemas de salud y peso.
"Aunque no existe una cantidad mínima establecida de imágenes o de información para calificar como sharenting, sí se considera que un adulto cae en esta conducta al compartir de forma continua, más o menos cada dos o tres días, este contenido sobre sus hijos o hija".
Iniciativa en Cámara de Diputados.
El problema está, dice el texto, en que madres y padres generan la huella digital sin siquiera estar conscientes de ello. La iniciativa culpa de ello a un término mencionado en un artículo 2022 de El País en el que se lee que el "adultocentrismo" es responsable de una corriente de pensamiento que subordina intereses y necesidades a las de los adultos, lo que relega a niños, adolescentes y hasta personas de la tercera edad. El argumento es claro: quienes ganan con subir fotos a internet de sus hijos no son los menores de edad, son los padres de familia.
El riesgo es muy grande. No solo se trata del ciberacoso o potenciales fraudes, sino hasta de grooming, el término acuñado para los engaños cometidos por adultos sobre menores de edad que tienen como propósito el acoso sexual.
Prohibir a padres de familia que se reserven de publicar fotos de hijos no es un invento de la iniciativa. En la Ley General de los Derechos de Niñas y Niños Adolescentes hay un antecedente. En el artículo 77 se lee que se considera violación a la intimidad de niñas, niños o adolescentes "cualquier manejo directo de su imagen, nombre, datos personales o referencias que permitan su identificación" en cualquier servicio de telecomunicaciones. La iniciativa lo que sugiere es aclarar el punto e introducir la palabra "internet" en los medios en que queda prohibido la difusión de datos.
Por si quedara lugar a dudas, se propone agregar el siguiente párrafo:
"Queda prohibido a quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guarda y custodia, la divulgación de información, imágenes, videos de niñas y niños en Internet, que permita identificarlos y que atenten contra su intimidad, privilegiando su interés superior y la autonomía progresivaNiños vigilantes de sus fotos".
Iniciativa en Cámara de Diputados.
Niños vigilantes de sus fotos
La iniciativa también propone un remedio inmediato, aunque suena complicado, lejano y burocrático: que niñas y niños puedan solicitar que el contenido de internet que les involucre sea eliminado. No da más detalles sobre cómo serían hechas las solicitudes, pero la opción más previsible sería que plataformas ofrecieran directamente a niñas y niños la posibilidad de solicita la eliminación del contenido, lo opuesto a los mecanismos que ya existen para que padres y madres de familia soliciten dar de baja los contenidos de menores de 13 años.
La propuesta está en una etapa muy temprana de elaboración. Aunque presentada de manera oficial, su camino todavía implica ser primero aprobada en grupos pequeños de diputados antes de pasar a ser votada por todo el pleno. En cualquier punto de ese camino, el texto podría todavía ser ajustado.
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