De acuerdo con un reporte de El Economista, un grupo de 85 proveedores de infraestructura para telecomunicaciones analiza medidas drásticas contra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) debido a pagos atrasados que, en algunos casos, suman hasta 10 meses. Los contratos vencidos superarían los 500 millones de pesos e involucran obras y equipos de fibra óptica, sitios base, centrales, ductos y antenas.
La tensión se concentra en el sur-sureste del país, donde se despliega gran parte de la infraestructura afectada con más de 2,200 radiobases que cubren el 42 % de la red celular de Altán Redes. Esta red atiende a cerca de 20 millones de usuarios, la mayoría de bajos ingresos que dependen de ella para conectarse a internet.
Los proveedores convocaron a una reunión el lunes 18 de agosto en la Ciudad de México para decidir si mantienen el diálogo o avanzan hacia acciones como interrumpir el servicio. “Aunque tenemos las llaves para hacerlo, no hemos bajado la palanca del switch”, declaró uno de los empresarios afectados a El Economista y señaló que el impago pone en riesgo la viabilidad de sus operaciones.
Altán, pieza clave para BAIT y más de 120 operadores
Según Telesemana, Altán Redes sostiene a alrededor de 124 empresas de telefonía e internet, incluido BAIT, el operador móvil virtual más grande de México y propiedad de Walmart. La CFE adquirió el 49 % de las acciones de Altán y el 24 % de sus derechos corporativos tras cumplir las condiciones impuestas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Esto le permite nombrar dos miembros en el consejo de administración y tener influencia directa en la operación de la Red Compartida.
Con esta infraestructura, Altán ha desplegado 11,383 torres que cubren más de 82,000 localidades, alcanzando al 20 % de la población mexicana. El objetivo declarado es llevar conectividad a zonas rurales de entre 250 y 5,000 habitantes, aunque voces críticas, como la de Carlos Slim, han cuestionado que la empresa concentre esfuerzos en áreas urbanas y no en regiones donde no hay red.
Riesgos para pequeños operadores y comunidades
Según un reporte de Expansión, la entrada de CFE Telecom y Altán en zonas remotas ha generado preocupación entre operadores comunitarios e independientes. La Alianza por la Conectividad, que agrupa a OMV y proveedores regionales, acusa prácticas anticompetitivas: tarifas por debajo del mercado e incluso servicio gratuito en ciertas áreas, gracias al convenio de compartición de infraestructura e ingresos.
Para Rocío Villanueva Cordero, presidenta de la Asociación Mexicana de Operadores Móviles Virtuales (AMOMVAC), esta situación podría derivar en un monopolio de facto. “Competir contra un servicio regalado es casi imposible y podría frenar la entrada de nuevos jugadores”, advirtió.
La Asociación Nacional de Proveedores de Internet Inalámbrico (WispMx) calcula que sus 244 socios generan empleo en 330 comunidades, donde las redes locales impulsan no solo la conectividad sino pequeños comercios y economías de escala. Sin embargo, varios proyectos autogestivos han perdido usuarios desde que CFE Telecom entró ofreciendo servicio gratuito.
Para los proveedores, este es el primer desafío grande de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), encabezada por José Antonio Peña Merino, que sustituyó al IFT. El organismo deberá decidir si respalda al sector privado o a la CFE, en un contexto donde la estatal es juez y parte en el mercado.
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