China ha abierto sus puertas al videojuego pero parece que si quieren entrar los hará pasar por una serie de filtros que los dejará sin identidad. El gobierno de China ha hecho públicas las restricciones a nivel de censura que tendrán los videojuegos creados en el extranjero, y parece que, si se siguen al pie de la letra, un gran porcentaje de títulos se podría ver en apuros.
Por ejemplo, tenemos un apartado que prohibe "todo aquello que promueva la obscenidad, el consumo de drogas o la violencia". Tampoco se aceptarán juegos que "insulten, calumnien o violen los derechos de los otros", así como aquellos que tengan contenido relacionado con apuestas. Adiós a toda la serie Grand Theft Auto y similares, y bueno, si hablamos de violencia, la población china le puede decir adiós a todos los FPS.
Otras cláusulas bloquearán el contenido que dañe los intereses o reputación de China, así como su unidad, soberanía o integridad territorial. Ahí entraría, por ejemplo, Battlefield 4.
Finalmente tampoco se permitirán juegos que promuevan los cultos religiosos o las supersticiones. ¿Se incluirán a aquí a los zombies de origen mágico?
Las actualizaciones para juegos, como DLCs o expansiones, también quedarán sujetas a esta normativa. El proceso de validación, sin embargo, no debería superar los veinte días, y se darán siempre razones claras y concretas para explicar un eventual rechazo.
China retiró a principios de 2014 una prohibición vigente desde el año 2000 para la venta de consolas de videojuegos fabricadas en el extranjero. Tras ello, tanto Sony como Microsoft anunciaron su intención de distribuir sus consolas de nueva generación en el gigantesco país asiático.
Cai Wu, el ministro de cultura chino, aseguró entonces que:
"Cosas que sean hostiles con China o que no estén conformes con el gobierno chino no se permitirán. Queremos abrir la ventana para que entre aire fresco, pero seguimos necesitando un filtro para bloquear moscas y mosquitos".
Oh, snap!
Vía | Gamesinasia
