Titanfall 2, análisis

La generación pasada de consolas fue invadida por títulos de disparos en primera persona, donde al final el líder fue Call of Duty y su máximo competidor en ese momento era Battlefield, pero lamentablemente tuvimos una cantidad muy grande de juegos del género que no ofrecían nada nuevo, era la misma formula y se veía complicado que alguien se pudiera arriesgar a cambiar la situación.

Es aquí cuando aparece Respawn Entertainment, un estudio que fundaron varios miembros de Infinity War, tenían la experiencia necesaria para entrar en la competencia y fue cuando lanzaron originalmente Titanfall, un juego que apareció para Xbox One, Xbox 360 y PC que recibió buenos comentarios, pero al ser enfocado exclusivamente al multijugador perdió su base de usuarios y no logró el impacto que necesitaba.

Ahora con Titanfall 2 buscan aprender de sus errores, incluyendo un modo historia que promete ser muy diferente a lo que se esperaría, puliendo su multijugador en línea y debutando en PlayStation 4, aquí tienen nuestro análisis sin spoilers.

Una campaña que hacía falta

En 2014 era muy extraño ver títulos de consolas que fueran enfocados en su totalidad al modo multijugador y que tuvieran un precio completo, posiblemente ese fue uno de los grandes problemas en la franquicia, así que decidieron corregirlo con una campaña que nos pondrá en Jack Copper, un soldado que por azares del destino debe ser el encargado de pilotear al titán BT-7274, la trama nos llevará la relación de los dos personajes mencionados anteriormente, ya que gracias a la inteligencia artificial nuestro titán tendrá la capacidad de formular conversaciones, las cuales podremos responder con alguna de las opciones que nos aparezca en la pantalla.

Como la mayoría de historias en este tipo de juegos sirven como una especie de tutoriales para conocer los controles, armas, habilidades y titanes que nos encontremos en el modo en línea, pero aquí deciden hacer un agregado extra ya que contamos con escenarios exclusivos, momentos de plataformas, sigilo, incluso hasta puzles que nos darán un respiro de las clásicas escenas llenas de enemigos que se encuentran muy bien posicionadas.

Contamos con jefes especiales que en realidad se tratan de los diferentes titanes, cada vez que los derrotemos tendremos sus habilidades y comprenderemos cuál se adaptará mejor a nuestro estilo de juego. Su duración es de aproximadamente 8 horas, no será un gran reto para los fanáticos del género. logrando ser un buen escalón previo, pero también es cierto que a pesar de tener buena acción, carece de esos momentos épicos, detalle contrario al multijugador.

El título comienza en el multijugador

Titanfall era un espectáculo visual, al tener una jugabilidad tan rápida teníamos partidas muy divertidas, para la secuela apareció una beta que hizo dudar a muchos ya que nos encontrábamos en zonas mucho más abiertas y no se notaba tanto ese ritmo, pero para la versión final todos podrán quedarse tranquilos, podremos saltar, correr y escalar en cualquier zona, para ello dependemos de un diseño de niveles que va perfecto con la idea de los desarrolladores.

Pero eso no significa que nos encontramos con cambios, iniciamos con los puntos que vamos obteniendo en cada partida, los cuales nos servirán para poder llamar a nuestro titán o en tener un potenciador especial que podría beneficiar a nuestro equipo en el resultado final. Contamos con dos kits en los que podemos añadir una habilidad especial como puede ser regenerar la vida más rápido, tener mejores explosivos, recargar más rápido o estar a un lado del titán cuando caiga sin necesidad de exponernos al recorrer el territorio, en la otra rama nos podemos apoyar más a la defensiva al conocer la ubicación de los enemigos, flotar, disparar mientras corremos por los muros o saltar sin dejar una marca.

En nuestro inventario llevaremos un arma principal, la secundaria y granadas, pero el cambio vendrá en el arma secundaría donde solamente podremos seleccionar un arma antititán o una pistola, dejándonos en una desventaja importante, pero también provocando que los equipos armen una buena estrategia desde un inicio. La evolución de nuestra clase afectará directamente a las armas que utilicemos, al ir avanzando podremos desbloquear detalles estéticos o que afectan su rendimiento, aunque también podremos optar por desbloquearlas de manera directa con monedas del juego, para los que no quieran esperar tanto.

Con los titanes tendremos seis diferentes tipos, cada uno con armas y ataques especiales, las novedades son Ronin, que tendrá una velocidad envidiable y podrá llevar los ataques cuerpo a cuerpo con su espada, Scorch que no será rápido pero tendrá municiones de termitas que nos darán muchos dolores de cabeza, terminando con Ion el cual estará mucho más balanceado y podrá ser muy útil contra titanes y pilotos.

No piensan en nada más que divertir

Cuando anuncian un nuevo juego con un multijugador lo primero que escuchamos es que se encuentran preparados para entrar al mundo competitivo, detalle que no es malo, pero es algo que no buscan todos los jugadores y posiblemente es uno de los mejores ganchos para darle la oportunidad a Titanfall 2, notaremos en las partidas que no se encuentran tan bien equilibradas o que existen algunos elementos por mejorar, pero en realidad no hay problema, es una experiencia clásica en la que te adaptas y a pesar de algunos inconvenientes logras salir adelante con tu capacidad.

En los modos de juegos tenemos variaciones en las que contaremos solamente con Pilotos, Titanes o combinados, en variantes como pueden ser enfrentamientos de 5 vs 5, capturar la bandera, todos contra todos y el Coliseo, un enfrentamiento 1 contra 1 con resultados muy emocionantes. Todos esos pueden ser de manera pública, pero contamos con las opciones de partidas privadas y en varias partidas veremos que agregan IA que nos dan una batalla más digna.

Por el momento hay 9 mapas disponibles y aunque parezcan pocos tienen un territorio muy amplio que se adapta bien a la velocidad de los personajes, eso se acompaña con la duración de las partidas que pueden ser aproximadamente de unos 8 minutos, algo que agradecemos es que podemos cambiar de armas en cualquier momento de la partida, eso ahorra mucho tiempo y puede equilibrar los combates, pero en el caso de la interfaz no nos convence, aunque aparente ser muy sencilla todo luce desordenado y era algo que podían solucionar, ya que desde la beta perdía mucho de su atractivo.

Un atractivo muy grande y que pasó desapercibido por muchos es que no tendremos pase de temporada, los desarrolladores mencionaron que todos los contenidos descargables del juego serán gratuitos, algo similar a Overwatch de Blizzard, convirtiendo el juego en un paquete muy completo, ya que aunque este enfocado al modo en línea su campaña deja un buen sabor de boca, así que le da puntos a favor.

Un competidor muy digno del género

Técnicamente vemos un avance importante, ya que los gráficos mejoras en cambio al primer título, los escenarios y texturas lucen bien, pero destacamos el sistema de partículas y el motor de físicas, aunque lo importante es que logra mantener la tasa de 60 cuadros por segundo de manera estable, en el caso de la PC la historia es otra ya que el juego puede llegar a resoluciones de 4K con 60 cuadros.

Para el apartado sonoro tenemos el juego doblado en su totalidad al español para Latinoamérica con un trabajo muy bueno, la selección musical no creemos que sea nada para destacar, aunque en la campaña sí logrará ambientar de una manera positiva, donde destacará es en los efectos de sonido, las armas y sus municiones, escuchar a los pilotos corriendo por las paredes, pero todo eso es una parte menor cuando pedimos un titan y lo escuchamos caer desde el cielo.

Titanfall 2 cumple a la perfección con las expectativas, una campaña que apuesta por una narrativa diferente a la del género, manteniendo la esencia del multijugador, pero con añadidos que le agregan más dinamismo y con la tranquilidad de saber que no tendremos que gastar más por los DLC sin costos se convierte en un FPS arriesgado y que decide tomar su propio camino, donde lo único que importará será divertirnos.