El Nintendo Switch ya tiene más de siete años y es probable que llegue a los ocho antes de que salga una nueva consola. Recuerdo que en su primer año nos sorprendieron con un ritmo de exclusivos, con un juego nuevo prácticamente cada mes. Una locura. Creía que al final de su ciclo los grandes títulos comenzarían a escasear para guardarlos, pero estaba muy equivocado.
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom ha sido una sorpresa total, no solo por haber sido revelado hace tres meses, sino también por regresar a una "fórmula clásica". Sin embargo, lo más relevante es que no tiene a Link como protagonista. Lo hemos jugado, nos hemos divertido, pero también hemos sufrido con nuestra consola, que cada día muestra más su edad.
La modernidad también agota
Sabemos que Breath of the Wild y Tears of the Kingdom son juegos memorables, experiencias únicas en una industria cada vez más difícil de sorprender. Sin embargo, ambos títulos comparten un rasgo en particular: son abrumadores. La libertad absoluta que ofrecen es uno de sus mayores encantos, pero también una barrera para muchos jugadores.
No sabemos si el mundo abierto seguirá siendo la fórmula para las próximas grandes entregas de la saga, pero si buscas algo más tradicional, has llegado al lugar ideal.
Es el turno de Zelda
La trama es sencilla: el reino de Hyrule es invadido por una falla interdimensional que empieza a consumir todo a su paso, incluyendo hogares, lugares e incluso ciudadanos. Desafortunadamente, Link se encuentra entre ellos, lo que deja a Zelda con la responsabilidad de salvar a la humanidad y descubrir el misterio detrás de esta extraña falla.
Aunque la historia no es uno de los principales atractivos del juego, es notable que Zelda sea la protagonista de una historia canónica por primera vez. Sin embargo, los diálogos y misiones secundarias no resultan particularmente llamativos. Esto no es necesariamente un aspecto negativo, simplemente no es uno de los puntos fuertes.
Nuevos horizontes, nuevas habilidades
La principal novedad mecánica es el báculo que Zelda recibe de Tri, un acompañante como "Navi" que la ayuda a escapar de su prisión. Con este bastón mágico, puede memorizar objetos que emitan un destello dorado, lo que le permite crear réplicas para usarlos en diferentes situaciones.
La cantidad de objetos que se pueden clonar es sorprendente. Comienza con elementos básicos como cajas, rocas y jarrones, pero eventualmente incluye objetos más complejos como camas elásticas, plantas e incluso enemigos. Las réplicas tienen un límite de uso, y la energía necesaria para crearlas se recupera cuando los objetos se destruyen.
Esta mecánica ofrece una gran libertad para avanzar en el juego. Por ejemplo, podemos usar una caja para ocultarnos de un enemigo, romper un jarrón para distraerlo, o enlazar varias camas elásticas para crear una escalera improvisada y llegar a una nueva área.
El juego también te permite controlar algunos objetos y enemigos, lo que añade una capa adicional de estrategia. Esto permite mover objetos gigantes y descubrir secretos que, en un principio, podrían parecer inalcanzables.
El diseño de niveles acompaña perfectamente a las mecánicas. Hyrule es encantador, lleno de secretos y sorpresas. El mapa recuerda un poco a A Link to the Past, con muchas áreas que invitan a la exploración. Algunas cuevas funcionan como pequeñas mazmorras, y en ciertos momentos, el juego cambia a una perspectiva 2D, añadiendo variedad a la experiencia.
El lado oscuro
Aunque el mapa y las mecánicas son excepcionales, las mazmorras no están a la altura de otros aspectos del juego, especialmente en la primera mitad. Son demasiado sencillas y lineales, aunque mejoran hacia la mitad del juego. Asimismo, el sistema de apuntado es deficiente en algunos combates, lo que puede resultar frustrante.
Otro problema importante es el rendimiento. El juego sufre caídas en la tasa de fotogramas por segundo, sobre todo en exteriores. Aunque no es algo que afecte el progreso en el juego, es un detalle que no debería pasarse por alto en una producción de este calibre.
Encantador, divertido e inteligente
A pesar de sus problemas, The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom destaca mucho más por sus virtudes. Visualmente, es amor a primera vista, con un estilo artístico similar al remake de Link’s Awakening. La banda sonora, aunque más relajada que en otros títulos de la serie, encaja perfectamente con el tono del juego.
Terminar el juego puede llevar unas 16 horas, pero completarlo al 100% fácilmente duplicará esa cifra. Además, el juego viene en español latino, aunque solo en los textos, ya que no cuenta con diálogos hablados.
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom combina lo mejor de las dos grandes épocas de la franquicia, ofreciendo una aventura encantadora y muy inteligente que puede disfrutarse tanto si eres un novato como un veterano de la saga.
Con Zelda: Echoes of Wisdom y Princess Peach: Showtime!, Nintendo demuestra una vez más que las princesas también tienen una gran historia por contar.
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