No hay forma en que Airbnb y plataformas similares continúen siendo competencia a los hoteles. Al menos, esa es la razón por la cual ya entran en vigor, este 4 de abril, las nuevas reglas y medidas en Ciudad de México que incluyen la creación de un padrón de anfitriones y la nueva regla dorada de que dueños pueden disponer de hasta tres inmuebles en plataformas de hospedaje.
La idea detrás es que no exista un solo anfitrión con tal crecimiento que pueda considerarse como un competidor para la industria hotelera.
Meter en cintura a anfitriones y a Airbnb
Las reglas fueron propuestas por Gobierno de CDMX en noviembre pasado y ahora entran en vigor con su publicación en la Gaceta Oficial, tras su aprobación unánime en congreso en marzo pasado. Un año antes de la primera propuesta, en diciembre de 2022, la entonces jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, adelantó que una nueva regulación para Airbnb estaba en pláticas para evitar que hubiera "áreas exclusivas con Airbnb". Para evitar piso disparejo con hoteleros, ahora Airbnb tienen nuevas obligaciones.
CDMX quiere seguir muy de cerca quiénes y cómo contribuyen al fisco. Los primeros dos hospedajes que un anfitrión registre no reportarán cobro de derechos, pero el tercero sí. Además, Airbnb y similares ahora deberán dar a conocer al gobierno de la ciudad sus índices de ocupación. Esa información, cruzada con el padrón, le servirá al gobierno para identificar cuáles inmuebles están siendo ocupados en más de un 70%.
Esa cifra ha sido establecida como el límite para una obligación que poco precedente tiene en otras partes del mundo: todo inmueble que tenga más del 70% de noches ocupadas del año le será negado el siguiente registro anual porque, con tanta ocupación, el gobierno quiere que esos hospedajes sean destinados para rentas para locales, no a renta para turistas a través de plataformas digitales. La periodista y urbanista Rosalba Gonzáles dijo a Fábrica de Periodismo que el límite de 70% de las 365 noches del año es todavía muy "laxo".
No todos los inmuebles están considerados en esa regla. Los inmuebles disponibles para renta en donde el anfitrión sí esté presente por el tiempo de la estadía de los turistas no aplican de la misma manera. En esos casos, el límite de hasta tres casas, departamentos o habitaciones no aplica y, desde luego, tampoco la regla del 70%.
Airbnb tiene regulaciones en Nueva York, Berlín, Florencia, Milán, Ámsterdam, Barcelona y otras ciudades, aunque en la mayoría las reglas impuestas son más severas que lo viste en México. En Nueva York el mínimo de estancias para cuando no está presente el anfitrión es de un mes y aunque en Ámsterdam el plazo inicial fue de 60 días para estancias mínimas, poco después fue ajustado a 30 días, en 2019. Con tantos antecedentes, era previsible que CDMX hiciera su propia regulación, aunque su llegada ha sido tardía. San Francisco aprobó sus propias reglas entre 2014 y 2018, Barcelona hizo lo propio a partir de 2014, Nueva York en 2016, Berlín inició regulación en 2016 y París en 2019.
Según cifras oficiales de Airbnb, la app genera una derrama en Ciudad de México equivalente a 9,300 millones de pesos.
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