Muchos piensan que es ilegal, pero los ciclistas si se pueden pasar los altos en CDMX: estos son los criterios necesarios

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Adolfo Reséndiz

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Adolfo Reséndiz

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Periodista por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y técnico mecánico automotriz CEDVA. Me gusta el rap, comer asado argentino y manejar por carretera los fines de semana. Mis autos favoritos son el Alfa Romeo Carabo, Lancia Stratos Zero y Porsche 917 K70.

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En Ciudad de México existe una regla poco conocida que permite a los ciclistas avanzar frente a un semáforo en rojo o una señal de alto. El criterio se encuentra en el artículo 16 del Reglamento de Tránsito y establece que una bicicleta puede cruzar siempre que reduzca la velocidad, observe a ambos lados y confirme que no hay peatones ni vehículos aproximándose. No se trata de un privilegio absoluto, sino de una excepción creada para hacer más seguro y ágil el desplazamiento de quienes pedalean en medio del tráfico capitalino.

El permiso tiene un sentido claro: la bicicleta es un vehículo vulnerable y permanecer inmóvil en una intersección representa un riesgo mayor frente a los autos. Por ello la norma autoriza que, bajo condiciones específicas, los ciclistas avancen en vías secundarias, pero obliga a verificar la seguridad antes de cruzar. De no hacerlo, el ciclista debe detenerse y respetar la señal como cualquier otro conductor. La clave es la responsabilidad individual y la certeza de que el movimiento no pondrá en peligro a nadie.

Este artículo se complementa con los artículos 14 y 15 que garantizan la preferencia de paso a las bicicletas frente a los coches en cruces controlados o no controlados. También reconoce el derecho a ocupar un carril completo cuando las ciclovías no son viables o seguras. En conjunto, estas reglas colocan al ciclista en un lugar central dentro de la movilidad de la capital, al tiempo que buscan equilibrar la relación con los automóviles.

La norma genera debate porque muchos automovilistas consideran injusto que la bicicleta pueda avanzar en un alto. Sin embargo, la lógica detrás de la disposición radica en reducir accidentes y facilitar el tránsito de un vehículo más frágil. El criterio no elimina la responsabilidad de respetar a los peatones ni la obligación de usar señales manuales al girar. Lo que hace es reconocer que la seguridad de la bicicleta depende de su capacidad de evitar quedarse atrapada en medio del tráfico.

Ciclistas Cdmx Semaforos El Artículo 16 del Reglamento de Tránsito de CDMX respalda a los ciclistas.

En la práctica, la medida responde a una realidad: los ciclistas conviven a diario con condiciones de riesgo en calles y avenidas donde no siempre existen ciclovías. El reglamento no promueve libertinaje, sino un esquema que busca adaptarse a un contexto urbano donde la movilidad no motorizada aún enfrenta grandes retos.

Las sanciones siguen vigentes para quienes incumplan con las reglas básicas. Los automovilistas que no cedan el paso a ciclistas en las situaciones previstas por la ley enfrentan multas de hasta 20 veces la Unidad de Medida y Actualización, 2,262 pesos aproximadamente, y puntos a la licencia. Esa parte es clave para entender que la medida no solo protege al ciclista, también refuerza la obligación de los conductores de actuar con responsabilidad.

Ciclistas Reglamento Transito Semaforo Rojo Ciclistas en CDMX.

Por una mejor convivencia entre autos, transporte público y bicicletas

Al final, lo que parece una ventaja es en realidad una medida de seguridad vial. El artículo 16 del reglamento busca que las bicicletas sigan moviéndose con seguridad en un entorno dominado por coches. No se trata de saltarse las reglas porque sí, sino de reconocer que la movilidad sostenible requiere ajustes que contemplen la vulnerabilidad de quienes pedalean.

En un escenario de tránsito cada vez más denso, esta disposición se convierte en un ejemplo de cómo la ciudad intenta equilibrar la movilidad entre autos, transporte público y bicicletas. La discusión seguirá abierta, pero por ahora la ley es clara: una bicicleta puede cruzar un alto, siempre y cuando el ciclista lo haga con responsabilidad y certeza de que nadie corre peligro.

Fotos | Instituto del Deporte de la Ciudad de México


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