El Snapdragon 835, sucesor de la corona que el Snapdragon 821 tuvo por muy poco tiempo, fue presentado en noviembre pasado, pero no fue sino hasta este enero cuando se revelaron todos sus detalles técnicos. Lo más sorprendente es que Samsung es el responsable de su fabricación.
¿A qué se debe esto? A que el proceso de 10 nanómetros del surcoreano es el más eficaz para dar vida a la nueva joya de Qualcomm, no importando que el gigante de los smartphones también tenga su propia familia de semiconductores. Ahora, esta alianza parece tener ventajas para Samsung, afectando a otros competidores del mercado.
Es de esperarse que los nuevos estandartes que próximamente se presentarán en el MWC 2017 lleguen equipados con este nuevo corazón de dragón, pero un nuevo reporte dice que no será así, al menos no con el LG G6.
El estandarte de LG se quedaría un escalón abajo
El reporte de Forbes dice que el próximo estandarte de LG, del cual ya conocemos su aparente diseño final gracias a una imagen filtrada, llegará potenciado por el Snapdragon 821, la estrella de generación pasada del fabricante americano, pero aún así una pieza de silicio muy capaz.
La razón de esto se debería a que Samsung habría reclamado el lote inicial entero del Snapdragon 835, mismo que estaría disponible en suficientes cantidades para cubrir la demanda de otros fabricantes hasta abril, una vez que el Galaxy S8 haya sido lanzado al mercado. De acuerdo con la misma fuente, dicha fecha sería el 14 de abril en su natal Corea.
Esto por supuesto deja en gran desventaja a otros competidores, y tal vez sea la razón por la cual Samsung tiene la certeza de que el atraso en la presentación del Galaxy S8, móvil que no veremos en el MWC 2017, no afectaría su presencia en el mercado, pues al parecer será el primero en contar con la nueva joya de Qualcomm.
¿Una estrategia ingeniosa por parte de Samsung? Sin lugar a dudas. ¿Una estrategia que quizás roza en el límite de lo ortodoxo? Quizás. Sin embargo, ya veremos cómo se desenvuelve la historia en las próximas semanas, y sobre todo, cómo le resulta a Samsung y LG, y en general a los otros fabricantes, en los próximos meses.
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