Temu podría pagar una multa histórica en la Unión Europea, todo por vender productos "peligrosos e inseguros"

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Gonzalo Hernández

Editor

Existe un alto riesgo de que los consumidores de la Unión Europea encuentren productos ilegales en Temu. Esta es la conclusión de una investigación de la Comisión Europea, la cual revela que los usuarios tienen una gran probabilidad de hallar productos no conformes en la plataforma. Entre ellos se incluyen juguetes para bebés, pequeños aparatos electrónicos y otros artículos que se pueden considerar falsificados o inseguros.

La determinación se produce después de que el análisis de la Comisión considerara "inexacta" una evaluación de riesgos sobre Temu que se realizó en octubre de 2024. El organismo europeo argumenta que el informe se basó en información general del sector y no en detalles específicos de su mercado. Esto, según la Comisión, pudo dar lugar a "medidas de mitigación inadecuadas" contra la difusión de productos ilegales.

La Ley de Servicios Digitales, el marco que "acorrala" a Temu

En 2024, la Unión Europea designó a Temu como una "Plataforma en Línea de Gran Tamaño" (VLOP, por sus siglas en inglés) bajo su Ley de Servicios Digitales (DSA). Esta ley responsabiliza a dichas plataformas por el alojamiento de bienes, servicios y contenidos ilegales. Posteriormente, la Comisión abrió una investigación para determinar si la plataforma hacía lo suficiente para mantener los productos ilegales fuera de su oferta.

Según este procedimiento, el constante aumento del volumen de productos vendidos en línea en la UE incrementa la posibilidad de encontrar artículos "inseguros, falsificados o no conformes". La Comisión catalogó esta situación como potencialmente "perjudicial para la salud y la seguridad de los consumidores". También señaló riesgos para el medio ambiente y para la competencia leal con otras plataformas en el mercado único digital.

Para contrarrestar estos "riesgos", la Ley de Servicios Digitales (DSA) establece varias obligaciones. Entre ellas se encuentran la inclusión de mecanismos intuitivos para denunciar contenido ilegal, la trazabilidad de los comerciantes y la prohibición de estrategias como los "patrones oscuros". Además, impone normas específicas para la publicidad y la forma en que se recomiendan productos a los consumidores.

Temu podría enfrentar multas millonarias

Tras estas conclusiones preliminares, Temu ahora tiene la posibilidad de ejercer su "derecho de defensa". La plataforma puede responder por escrito a los hallazgos de la investigación.

Temu 02

Si las conclusiones de la Comisión se confirman, se determinará que Temu infringe el artículo 34 de la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea. Esto podría acarrear multas de hasta el 6% de la facturación anual mundial de la compañía, que equivaldrían a aproximadamente 2.1 mil millones de dólares, si se considera sus ingresos reportados en 2023, de aproximadamente de 34.9 mil millones de dólares, colocándola entre las más sancionada históricamente por la Unión Europea Además, se le obligaría a adoptar nuevas medidas para corregir todas las infracciones mencionadas.

Adicionalmente, la Comisión continuará el análisis de otras posibles infracciones de la plataforma. La investigación examinará la eficacia de sus medidas de mitigación, sus posibles funciones de diseño adictivas, la transparencia de sus sistemas de recomendación y la forma en que proporciona acceso a sus datos a los investigadores.

El historial de la UE contra las grandes tecnológicas

No es la primera vez que la Unión Europea toma medidas enérgicas contra grandes compañías. En otras ocasiones, el organismo ha intervenido cuando considera que las acciones o desarrollos de una empresa van en contra del bienestar de la población.

Sin duda, el caso más sonado es la orden del Parlamento Europeo que obligó a Apple a cambiar el puerto Lightning por el USB-C como estándar en los iPhones. Los argumentos principales fueron la reducción de desechos electrónicos y la estandarización de la carga rápida. La medida fue tan determinante que eventualmente la compañía terminó por implementar el cambio en todo el mundo.

Otro ejemplo es el escrutinio de la Unión Europea sobre la compra de Activision por parte de Microsoft, una adquisición de casi 70,000 millones de dólares. La Comisión Europea de la Competencia expresó su preocupación, pues consideraba que la transacción podía reducir la competencia en la distribución de videojuegos para consolas y PC, incluidos los servicios de suscripción. El temor era que Microsoft pudiera impedir el acceso a ciertos títulos en consolas rivales, donde el acuerdo no se concretó hasta que el organismo concluyó que la operación no dañaría de forma significativa la competencia en el mercado.

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