Científicos descubrieron en Australia un cráneo completo de Genyornis newtoni, un ave conocida como "pájaro del trueno" o mihirung, que en aborigen significa "pájaro gigante". Esta criatura, que se extinguió hace alrededor de 45,000 años, medía dos metros de altura, pesaba cerca de 240 kilogramos y tenía piernas musculosas.
Hasta ahora el único cráneo que se tenía de esta ave fue encontrado en 1913. Estaba incompleto y muy dañado. Sin embargo, gracias al más reciente descubrimiento, los científicos pudieron resolver muchas dudas sobre el aspecto, los hábitos y la ascendencia de este pájaro. Los resultados fueron publicados en 2024 en la revista Historical Biology.
El ave colosal australiana
El Genyornis newtoni fue identificado desde 1896, por desgracia, debido al estado de sus restos, no fue posible saber mucho sobre este animal. La situación cambió con las excavaciones hechas entre 2013 y 2019 en el lago Callabonna, en Australia, donde los investigadores encontraron no solo el cráneo articulado, sino fragmentos de otro cráneo y huesos sueltos.
Dicho hallazgo permitió realizar una reconstrucción digital detallada del cráneo. Esto reveló que el animal poseía características inusuales, como un pico corto y ancho, similar al de un ganso, y mandíbulas sostenidas por potentes músculos. La paleontóloga Phoebe McInerney, autora principal del estudio, explicó que esta información cambia por completo lo que ya se sabía sobre el Genyornis: “Tiene un pico muy inusual, con una forma muy parecida a la de un ganso".
Larry Witmer, de la Universidad de Ohio, explicó a CNN que obtener el cráneo completo del animal es un hito importante, ya que "es donde se encuentran el cerebro y los órganos de los sentidos, es donde se encuentra el aparato de alimentación y, por lo general, es donde se encuentran los órganos de visualización".

Un linaje inesperado
McInerney señaló que, pese al diminuto tamaño de su cráneo en comparación con otras aves, las mandíbulas de Genyornis eran enormes y estaban sostenidas por músculos poderosos. Una zona de agarre plana en su pico indicaba que este animal podía desgarrar frutos blandos, brotes y hojas tiernas. Además, su paladar aplanado pudo haber sido usado para triturar frutos hasta convertirlos en pulpa.
El cráneo además mostró evidencia de adaptaciones para alimentarse en el agua, "tal vez de plantas de agua dulce", dijo McInerney. Según Larry Witmer, de la Universidad de Ohio, este tipo de alimentación bajo el agua fue algo inesperado para los paleontólogos, dado el enorme tamaño del ave.
“Tal vez eso no debería ser demasiado sorprendente dado que los dromornítidos como el Genyornis están relacionados con el grupo que incluye patos y gansos, pero el Genyornis medía entre 1.8 o 2.1 metros de alto y pesaba tal vez hasta 226 kilogramos”.
Larry Witmer, profesor de anatomía y paleontología en la Universidad de Ohio.

“Una extraña amalgama de pájaros”
El investigador indicó que descubrimientos adicionales podrían ayudar a comprender si tales adaptaciones eran características heredadas de ancestros que tuvieran hábitos acuáticos. También era posible que las colosales aves se adentraran en aguas poco profundas en busca de plantas y hojas blandas.
Entre los nuevos detalles anatómicos identificados, destaca un escudo óseo triangular en la parte superior del pico que, según los investigadores, podría haber sido usado en exhibiciones sexuales. Jacob Blokland, de la Universidad de Flinders, dijo que el animal tiene algunos aspectos que recuerdan a los loros, pero también a las aves terrestres. "En cierto modo, parece una extraña amalgama de pájaros de aspecto muy diferente”, admitió.
McInerney reconoció que hay mucho por descubrir sobre la anatomía de estos gigantes extintos. Una de las dudas que más desconciertan a los científicos es cómo las estructuras del oído interno asociadas con la estabilización de la cabeza y la locomoción pueden haber sido afectadas por el gigantismo y la falta de vuelo.
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