Un agujero del tamaño de 30 planetas y donde hay vientos de hasta 600 kilómetros por segundo: así es la tormenta solar que chocó contra la Tierra

Erupcion Solar
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Un enorme "agujero" ha aparecido en el Sol, específicamente en su hemisferio sur. El agujero coronal, una región negra y abierta en el astro es una región mucho más fría que el resto de la estrella, que hace que parezca negra.

Según la división de Ciencias Heliofísicas de la NASA este agujero tiene entre 300,000 y 400,000 kilómetros de diámetro, que para hacer la comparativa, equivale a que dentro de él puedan entrar entre 20 y 30 Tierras.

La importancia de los agujeros coronales en el Sol está en que representan para la Tierra la posibilidad de tormentas geomagnéticas, que pueden afectar las operaciones de naves espaciales y dar problemas de control de voltaje "generalizados" en las redes eléctricas del planeta.

La "intensidad" del Sol y su efecto en la Tierra

Actualmente el Sol se encuentra en su ciclo solar 25, caracterizado por una actividad considerable de manchas y erupciones solares, donde el agujero coronario actual ha sido el más grande y provocado en consecuencia una tormenta solar que ya está impactando la Tierra.

De acuerdo con el Centro de Predicción de Clima Espacial, se esperaba una tormenta geomagnética de nivel G3, es decir fuerte, y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) detalló que podrían darse tormentas solares de nivel G1 en las últimas horas del viernes, y de nivel G2 el viernes 24, con sus efectos extendiéndose hasta al menos el día 26.

Sol Sdo El Sol con su agujero coronario en la parte inferior, visto el 24 de marzo de 2023

Además de las variaciones de voltaje, otra de las consecuencias que este evento ast4ronómico puede llegar a tener son las alteraciones intermitentes del sistemas GPS, pues los satélites en la órbita terrestre baja pueden ver afectado su movimiento, velocidad y trayectoria por la forma en que reacciona la atmósfera ante las tormentas.

Eso sí está previsto que aunque la tormenta no nos afecte directamente, si altera el campo magnético del planeta, lo que está provocando un aumento de auroras boreales en países como Canadá, Alaska, Rusia, Noruega, Groenlandia o hasta Escocia.

El riesgo potencial siempre está presente

Este evento por un lado permite conocer que los sistemas terrestres siguen funcionando a pesar de la tormenta, pero también funciona como un recordatorio permanente del riesgo que representan y la posibilidad de que eventualmente se desarrolle una mayor.

Ya en 2008 se realizó un informe por parte de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, que analizaba lo que pasaría si una tormenta como la registrada en septiembre de 1850, mejor conocida como "evento Carrington" o el gran apagón, impactara contra la Tierra.

Sol Plasma Una corriente de plasma brotó del Sol, pero como carecía de la fuerza suficiente para desprenderse, la mayor parte volvió a caer en el Sol en 27 de mayo de 2014

En esa ocasión, además de observarse auroras boreales hasta en el norte de Colombia, en el pico de su intensidad se registraron fallos en los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte, con cortocircuitos en los cables que provocaron incluso incendios.

Si otra tormenta con una intensidad similar impactara, se produciría una interrupción en todo el mundo, donde satélites, redes eléctricas y hasta dispositivos electrónicos tendrían fallas, y en consecuencia, sistemas como la logística de alimentación y suministros no funcionarían.

El trabajo de México en protección del clima espacial

En el caso de México, desde 2014 se realizaron modificaciones a la Ley General de Protección Civil para incluir los fenómenos astronómicos y vigilar el clima espacial en términos de Seguridad Nacional, y desde el Centro Nacional de Prevención de Desastres se han trabajado políticas públicas de protección civil ante estos fenómenos.

Filamento Cola De Dragon Una hebra larga y compleja de plasma que colgaba sobre la superficie del Sol hizo erupción el 31 de enero de 2013 como un bucle largo que se estiró y se rompió cuando estalló en el espacio.

Además, México también cuenta con el Servicio de Clima Espacial México (SCiESMEX), que realiza observaciones y vigilancia del clima espacial siguiendo estándares internacionales, operando un sistema de alerta temprana y asesorando a la Agencia Espacial Mexicana, así como a entidades de gobierno para estudiar tanto la actividad solar, los rayos cósmicos, y otros elementos de esta área.

También existe en el país el Laboratorio Nacional de Clima Espacial, una serie de sitios y redes de instrumentos instalados en México para observar con aplicaciones el clima espacial.

Imagen: Solar Dynamics Observatory, NASA

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