Luz verde a SpaceX para lanzar la Starship, con un gran "pero": Elon Musk debe hacer su base más amigable con el medio ambiente

Starship Starbase
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Tras seis meses de atrasos en la determinación, la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) emitió finalmente la evaluación sobre el programa de cohetes Starship de SpaceX en Texas, uno de los pasos que la compañía de Musk necesitaba aprobar antes de poder lanzar al espacio su "gigantesco" vehículo.

Las conclusiones de la FAA se dividen en dos documentos, un resumen de la evaluación ambiental y otro informe que detalla las más de 75 acciones que debe tomar SpaceX si quiere obtener una licencia para realizar los despegues, y así mitigar los impactos ambientales en su base, ubicada en Boca Chica, Texas.

La revisión al programa de SpaceX inició en noviembre de 2020, luego de que la compañía comenzara la construcción de su infraestructura y operaciones en la costa del Golfo de México, cerca de Brownsville, Texas. Esta evaluación había sido retrasada cinco veces durante los últimos seis meses mientras se revisaban todas las posturas sobre el impacto real del programa.

El resultado es una determinación de "Hallazgo Mitigado de Impacto no Significativo", que le evita a SpaceX tener que entrar en una revisión más larga sobre todas sus operaciones, la Declaración de Impacto Ambiental.

Starbase
Vista aérea de la Starbase | Imagen: Inspiration4 / John Kraus

Recordemos que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (FWS) había presentado en un informe una correlación entre las actividades de SpaceX en la zona con una disminución en la población local del chorlito silbador, que es un ave en peligro de extinción, y denunció un compromiso bajo para su conservación por parte de la compañía.

Un cambio de planes obligó a realizar un nuevo informe

El problema para SpaceX es que inicialmente la FAA realizó una revisión ambiental solamente considerando que la compañía usaría sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy, con hasta 12 lanzamientos por año. En 2014 se publicó la declaración de impacto ambiental (EIS) detallando la forma en que esos despegues afectarían el área.

Sin embargo desde entonces los planes de la compañía han cambiado, pues a partir de 2018 se aumentaron las actividades de producción en la zona, luego de asignar las instalaciones del sur de Texas a la producción de prototipos Starship, transformándose en una locación con almacenes y construcciones las 24 horas del día.

Imagen: Alexander Hatley

Junto a estos cambios se comenzaron los vuelos de los prototipos de la Starship, lanzando vehículos al aire para intentar aterrizarlos, pruebas que en su mayoría terminaron en explosiones, y solo una efectivamente llegó al suelo con éxito. En el caso de un intento previo, este explotó tras un par de minutos, enviando restos de metal a un refugio de vida silvestre cercano.

Los vuelos y la construcción han provocado conflictos con una comunidad cercana, donde los vecinos solamente pueden acceder a la zona usando una carretera que se conecta con Starbase, misma que se cierra durante las pruebas y demostraciones, limitando el acceso al pueblo, razón por la que los residentes se han quejado, pues en cada test importante debían abandonar sus casas.

Una pequeña victoria más, pero faltan más cosas por hacer

Por lo pronto con esta decisión de la FAA no se realizará otro EIS, lo que ayudará a que SpaceX pueda hacer su primer lanzamiento orbital, pero antes debe completar las más de 75 acciones, entre las que se encuentran abordar el impacto de la calidad del aire, revisar los niveles de sonido y el acceso a la playa cercana.

También deberá proporcionar avisos de lanzamientos más avanzados, no realizar cierres de carreteras en más de una docena de días festivos, así como realizar monitoreos de cambios en poblaciones de vida silvestre local.

Sn9 Starship
Vuelo de prueba del prototipo SN9

A pesar de los problemas, SpaceX ya tenía un Plan B para seguir fabricando la Starship, pues en diciembre de 2021 inició la construcción de una plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral y ya opera dos plataformas fuera del área para sus cohetes Falcon. Se espera que construyan también una base adicional para la Starship muy cerca de la que actualmente se usa para enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional.

De momento SpaceX todavía debe acatar lo solicitado por la FAA para poder recibir la licencia oficial y cumplir con los requisitos de seguridad necesarios para despegar, pero es de momento, un problema menos para la compañía.

Imagen: SpaceX

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