Todo apunta a que Proxima Centauri tiene un planeta nunca antes detectado: uno más a la lista de mundos potencialmente habitables

Proxima D
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Un grupo de astrónomos ha encontrado evidencia de que en Proxima Centauri, la estrella enana roja a solo 4.2 años luz de nuestro sistema solar alberga un tercer planeta. El mundo candidato, nombrado como Proxima d cuenta con un 25% de la masa de la Tierra y sería uno de los exoplanetas más ligeros jamás encontrados.

Según detalla el equipo dirigido por João Faria, investigador del Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço, Portugal y autor principal del estudio publicado en Astronomy & Astrophysics, el planeta recién descubierto orbita Proxima Centauri a una distancia de unos cuatro millones de kilómetros.

Esta distancia es menos de una décima parte de la distancia de Mercurio al Sol, se encuentra en la zona habitable, con lo que puede existir agua líquida en su superficie y tarda solo cinco días en completar una órbita alrededor de Proxima Centauri.

Este no es el primer planeta con el que cuenta la estrella, sino que alberga otros dos mundos: Proxima b, un planeta de masa comparable a la de la Tierra que completa una órbita cada 11 días y también se encuentra dentro de la zona habitable. Por otro lado, Proxima c es otro candidato que tarda cinco años en completar su órbita y es al menos seis veces más masivo que la Tierra.

El planeta d fue descubierto mientras se buscaba información del planeta b

El equipo detectó Proxima d usando ESPRESSO (Espectrógrafo Echelle para exoplanetas rocosos y observaciones espectroscópicas estables), uno de los instrumentos instalados en el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile.

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El conjunto Very Large Telescope de ESO en la cima del Cerro Paranal | Crédito: ESO/G.Hüdepohl

ESPRESSO captó los primeros indicios de un posible tercer mundo en el sistema Proxima Centauri en 2020, mientras se encontraba realizando observaciones que confirmaron la existencia de Proxima b, detectado en 2016. Con estos resultados el equipo de Faria se enfocó en realizar mediciones de seguimiento, que sugirieron que la nueva señal era generada por un planeta en lugar de por otros factores.

El espectrógrafo puede encontrar planetas usando una técnica de velocidad radial que puede notar las ligeras oscilaciones en el movimiento de una estrella inducidas por el "tirón gravitatorio" de un mundo en órbita, que en el caso de Proxima d eran muy leves, con lo que pudieron determinar el tamaño del mundo.

Imagenes: ESO

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