La Comisión Nacional Antimonopolio de México anunció el 18 de diciembre de 2025 la resolución de un caso histórico contra Google. El organismo concluyó que las condiciones contractuales impuestas por la empresa reducían la competencia en el mercado de sistemas operativos móviles, al obligar a los fabricantes a integrar Android en sus dispositivos. Con esta decisión, México se suma a otros países que han cuestionado el dominio de Google en el ecosistema digital.
De acuerdo con el comunicado oficial, el objetivo del regulador es abrir el mercado y permitir que las marcas tengan libertad para elegir qué software incluir en sus teléfonos. La medida busca fomentar la innovación, diversificar las opciones para los consumidores y reducir los costos asociados a la dependencia de un solo sistema operativo.
Un monopolio en tu celular: qué debe hacer Google ahora
La resolución obliga a Google a modificar sus contratos con fabricantes de celulares en México. Esto significa que ya no podrá exigir la instalación exclusiva de Android ni condicionar el acceso a sus aplicaciones nativas —como Gmail, Maps o YouTube— a la adopción de su sistema operativo. La compañía deberá garantizar que los acuerdos comerciales respeten la libre competencia y que los fabricantes puedan explorar alternativas sin penalizaciones.
Además, la Comisión Nacional Antimonopolio anunció que supervisará el cumplimiento de estas medidas y que podrá aplicar sanciones en caso de incumplimiento.
La decisión impacta directamente a marcas como Samsung, Motorola, Xiaomi y Oppo, que hasta ahora dependían de Android para comercializar sus dispositivos en México. A partir de esta resolución, podrán integrar otros sistemas operativos si lo consideran conveniente, lo que abre la puerta a nuevas alianzas tecnológicas.
Esto también significa que los fabricantes tendrán mayor flexibilidad para diferenciar sus productos y competir en un mercado que hasta ahora estaba principalmente dominado por un solo sistema operativo.
Qué pasará con los celulares Android actuales
Los teléfonos que ya funcionan con Android seguirán operando sin cambios inmediatos. Sin embargo, los nuevos modelos podrían incluir alternativas como HarmonyOS de Huawei, KaiOS para dispositivos básicos o incluso versiones personalizadas de Linux adaptadas a móviles. La decisión también abre la posibilidad de que empresas locales desarrollen sus propios sistemas.
En cuanto a las aplicaciones nativas de Google, estas seguirán disponibles, pero ya no estarán atadas obligatoriamente al sistema operativo. Los fabricantes podrán decidir si las incluyen o si optan por ofrecer sus propias alternativas.
El golpe a Google marca un punto de inflexión en el mercado mexicano de smartphones. Por primera vez, los fabricantes tendrán libertad para explorar otros sistemas operativos y los consumidores podrían acceder a una oferta más diversa.
Sin embargo, el reto será que estas alternativas logren competir en funcionalidad y ecosistema frente a Android, que, de acuerdo con información de Statcounter GlobalStats, sigue siendo el sistema más extendido del mundo con el 71.94% de cuota de mercado, seguido de iOS con un 27.64%, Samsung con el 0.24%, KaiOS con el 0.04% y Linux con el 0.01%.
La medida también llega en un momento en que los costos de los chips y la memoria RAM amenazan con encarecer los dispositivos en 2026. En este contexto, la apertura del mercado podría ser clave para que los usuarios encuentren opciones más competitivas y no dependan de un solo proveedor.
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