Filtrada desde hace un par de semanas, ahora se ha vuelto completamente oficial la determinación de la Agencia de Investigación de Cáncer de la OMS (IARC) de considerar al aspartamo como un agente que podría provocar ciertos tipos de cáncer, lo que le enlista automáticamente en el esquema de "posibles cancerígenos".
El aspartamo es un edulcorante tremendamente popular que se utiliza en bebidas y es muy popular específicamente en refrescos, incluyendo Coca y Pepsi.
El panel de expertos de la IARC se ha convencido de que hay evidencia disponible limitada para vincular el aspartamo con la presencia de cáncer. De esta manera el aspartamo se une a elementos como el aloe vera, las verduras en escabeche y los químicos en una peluquería que también pertenecen al listado de posibles cancerígenos.
Lo más importante, por ahora, es que no fueron modificadas la recomendación de ingesta diaria de aspartamo. La encargada de modificar la recomendación de ingesta diaria es el comité conjunto de la OMS y la FAO, la JECFA. Mientras que la IARC examina potencial daño, la JECFA tiene la última palabra en cuando a evaluación de seguridad considerando impactos reales en la salud humana.
La JECFA dictó en la década de los 80 que el aspartamo puede todavía ingerirse por hasta 40 miligramos por kilogramo al día, lo que querría decir que un adulto tendría que beber entre 10 y 15 latas de refresco para superar el límite.
La determinación de la IARC debe leerse como el principio de más investigación sobre el aspartamo, no como el inicio de su prohibición. Ahora mismo la evidencia disponible no permite asegurar que cause cáncer; de ahí que el aspartamo no haya sido considerado para las listas de agentes que causan cáncer o la de agentes que probablemente causan cáncer.
Gran industria
La industria del aspartamo es, sin duda alguna, extaordinariamente gigantesca. El mercado del aspartamo fue valuado en 2001 en 9,000 millones de dólares y se prevé que crezca hasta los 12,000 millones para 2027.
El Consejo Internacional de Asociacones de Bebidas aplaudió el hallazgo de la OMS y dijo que la conclusión es que el aspartamo continúa siendo seguro. Su directora ejecutiva, Kate Loatman, dijo:
"Después de una revisión rigurosa, este hallazgo histórico de la OMS y la FAO fortalece aún más la confianza en la seguridad del aspartame y desempeñará un papel vital para informar a los consumidores en la medida en que consideran todas las opciones para reducir el consumo de azúcar y de calorías en sus dietas".
Para Loatman, la filtración de hace un par de semanas de la determinación de la IARC "pudo haber confundido innecesariamente a los consumidores con especulaciones sensacionalistas".
En efecto, la evidencia científica actual soporta contundentemente que el aspartamo es seguro. Si incluso niveles de ingesta no cambiarán ¿qué fue lo que hizo que en primer lugar la IARC ahora declare el aspartamo como posible cancerígeno? La respuesta está en tres estudios hechos en Estados Unidos y Europa que indicaron un posible vínculo entre el aspartamo y y el carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer en el hígado.
La evidencia es escasa, pero a decir de la IARC, los resultados tempranos de los estudios deben tomarse como un llamado a la comunidad para tratar de clarificar y entender el peligro cancerígeno del aspartamo.
Dado que la JECFA no actualizó sus limites diarios recomendados, no existe nueva política reglamentaria que países deban tomar en cuenta para hacer adecuaciones. El aspartamo seguirá utilizándose como hasta ahora dado que a decir de la JECFA los adultos que consumen aspartamo lo hacen cerca de 10 veces por debajo del límite diario recomendado. "La posibilidad de ganar peso y tener obesidad es un problema mucha más grande de lo que el aspartamo podría llegar a representar", dijo a Reuters Therese Bevers, directora del Centro de Prevención de Cáncer de la Universidad de Texas.
El aspartamo es actualmente utilizado en más de 90 países.
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