Sony SmartBand Talk, análisis

Sony desde hace varios años se ha destacado en la fabricación de los llamados wearables, siendo una de las primeras compañías que apostó por este mercado cuando aún había un importante escepticismo hacia este tipo de accesorios.

Es así como hemos sido testigos de cómo Sony ha ido evolucionando en cada lanzamiento incluso adelantándose al mercado como ahora en el caso de su SmartBand Talk, un producto del que no existe algo similar ya que se trata de una pulsera cuantificadora gracias a su "SmartWear Core" que anunciaron hace más de un año y que es capaz de medir diversas cuestiones de nuestra actividad física, pero además aquí nos encontraremos con interesantes funciones "inteligentes" más acorde de un smartwatch.

Esta nueva SmartBand Talk de Sony ha llegado a nuestro país y en esta ocasión tuvimos oportunidad de vivir con ella por 20 días para así traerles nuestra experiencia de uso en este análisis a fondo.

Especificaciones Técnicas

Antes de arrancar de lleno, conozcamos las características de esta SmartBand Talk para saber a qué nos enfrentamos.

	Sony SmartBand Talk (SWR30)
Dimensiones físicas	23.5 x 9.5 milímetros, 24 gramos
Pantalla	Curva de tinta electronica en blanco y negro de 1.5 pulgadas
Resolución	296 x 128 (192 ppp)
Certificación	IP68 Sumergible hasta 1.5 metros
Compatibilidad	A partir de Android 4.4
Conectividad	NFC, Bluetooth 3.0
Puertos	Micro USB
Batería	70 mAh
Precio	2,999 pesos

Diseño sencillo pero funcional

Lo primero que se destaca de esta SmartBand Talk es su diseño, excelentemente bien trabajado y logrado, y es que se parte de la base que conocimos el año pasado en la primera SmartBand pero ahora se le integra una pantalla curva de tinta electrónica, esto sin afectar de manera considerable el diseño ya que se mantiene el mismo grosor pero gana en funciones.

El Core deja de ser ese pequeño dispositivo color blanco y pasa a ser ese elemento alargado con pantalla integrada al que podremos personalizar de acuerdo a las correas de colores, eso sí, éstas son propietarias de Sony, por lo que no podremos usar otras que no sean las que nos vende la compañía.

La ergonomia del core como de la correa es perfecta, se adapta de manera exacta a nuestra muñeca sin lastimar o estorbar, su peso hace que no se sienta que traemos algo en la muñeca y su grosor no será impedimento para llevar puños cerrados en camisas de manga larga, el detalle viene cuando queremos operar sus botones y pantalla.

En el lateral derecho nos encontramos con un botón largo que nos servirá para ajustar el volumen de los altavoces en las llamadas, así como un botón que nos servirá para navegar entre las aplicaciones instaladas en nuestra pulsera. Del lado izquierdo encontraremos el puerto micro USB para cargar la batería cubierto por una pequeña tapa, excelente decisión para no sumar otro cargador propietario a la colección y así poder usar cualquiera que tengamos de nuestro smartphone Android.

Por último hay que recordar que esta pulsera cuenta con certificación IP68, lo que la hace sumergible hasta 1.5 metros por 60 minutos, lo que significa que podremos mojarla sin ningún problema e incluso podremos bañarnos con ella sin miedo a que sufra algún daño.

Una pantalla atractiva, pero poco práctica

La pantalla de la SmartBand Talk no es táctil, pero integra una función para activar funciones a base de toques sobre ella, esto a través del acelerómetro del Core, así que si deseamos ver más información de alguna notificación deberemos, literalmente, golpear la pulsera, lo que hace que no siempre fucione del todo bien y sea poco claro cómo debemos operar esta función.

Esta pantalla al ser de tinta electrónica lucirá excelente en exteriores, pudiendo elegir entre fondo blanco o negro, pero el problema viene cuando queremos ver la pantalla en condiciones de baja luz lo que se vuelve prácticamente imposible y resta mucho de la intención principal de una pantalla de este tipo que es la de mostrar notificaciones y así evitar sacar el smartphone.

Dentro de las configuraciones de la pulsera podremos elegir entre mostrar el texto con orientación hacia la izquierda o la derecha, para así poderla usar en cualquiera de las muñecas. El problema es que es poco práctico estar viendo el texto en horizontal por lo que tendremos que voltear un poco la cabeza cada vez que queremos leer el contenido de una notificación, lo que se vuelve tedioso y complicado.

Por otro lado, no esperemos notificaciones completas ni compatibilidad con todas nuestras aplicaciones, ya que sólo es compatible con algunas apps de Android, por ejemplo Gmail, pero no Outlook; Facebook, pero no su app de Administración de Páginas, en fin, las aplicaciones nos mostrarán una primera vista en forma vertical de la notificación que estamos recibiendo, si queremos ver el contenido de esa notificación deberemos golpear la pantalla y aquí el texto pasará a horizontal con algunas líneas para leer lo que estamos recibiendo.

Por último, hay un elemento a tener en consideración, ya que la pantalla no cuenta con ningún tipo de recubrimiento y con cualquier roce ya sea en una pared o cualquier otra superficie se rayará dejando una bonita marca permanente en la pantalla.

La pulsera que quiere ser smartwatch

Sin duda una de las funciones que más destaca, dejando un momento de lado la cuestión cuantificadora, es la de servir como auricular bluetooth con todo y bocina integrada, por ello el apellido "Talk" en el nombre de la pulsera. Lo que en el papel suena bien y atractivo, pero en la práctica no lo es tanto.

La SmartBand Talk nos servirá para responder y hacer llamadas telefónicas desde la pulsera y sin necesidad de sacar el teléfono, ya que tenemos micrófono y dos altavoces integrados que nos servirán tanto para anunciar la llamada entrante por medio de vibración y timbre, como para escuchar a nuestro interlocutor y responder ahí mismo en la pulsera.

Su funcionamiento es básico, el volumen no es muy alto por lo que tendremos que acercarnos a la pulsera para escuchar si estamos en plena calle o en un lugar muy ruidoso, lo mismo sucede con la persona que nos llama, ya que en caso de que haya mucho ruido se le dificultará escucharnos ya que la pulsera no cuenta con un segundo micrófono que cancele el audio del fondo.

Para realizar llamadas desde la pulsera, antes necesitamos configurar los contactos a quienes deseemos llamar, así que prácticamente nos olvidamos de poder consultar nuestra agenda y elegir el contacto, además, la pulsera sólo permite "instalar" 9 aplicaciones y si contemplamos que cada contacto ocupa uno de estos espacios, entonces no es muy práctico elegir un contacto quitando espacio a otra aplicación.

Ya que estamos hablando de las aplicaciones, éstas son en total 12 diseñadas por Sony y nos servirán como un plus dentro de nuestra pulsera, eso sí, no esperemos nada revolucionario, sólo algunas cuestiones funcionales que aportan a la experiencia de uso. Lamentablemente, la mayoría de éstas se activan por medio de los mencionados golpes en pantalla, lo que hará que a veces no funcionen y debamos intentarlo varias veces.

Entre estas aplicaciones nos encontramos con un reloj mundial, clima, una smart badge que mostrará nuestra información de contacto en caso de alguna emergencia o accidente, control de la cámara de nuestro teléfono, control para activar o desactivar el WiFi o el sonido en el teléfono, un buscador del teléfono, cronómetro, notas de voz, control de la música, calendario, detalles de nuestra actividad física y el acceso directo para llamar a un contacto.

Cuantificador sí, pero con software Sony

Una de las razones por las que surgió la SmartBand es precisamente por la necesidad de tener un monitor de actividad física, y aquí en esta segunda versión de la pulsera se han perfeccionado con una recopilación más precisa de los datos de acuerdo a la actividad que estemos realizando, siendo capaz de identificar si estamos corriendo o caminando, incluso si estamos durmiendo y si éste está en una etapa profunda o ligera.

Estos datos se almacenan y son mostrados a través de la aplicación Lifelog de Sony con gráficos que podremos consultar en base a días, semanas o meses, además nos mostrará otras actividades como cuando vamos en algún medio de transporte, calorías quemadas, fijarnos metas diarias, conocer las aplicaciones que hemos usado en el teléfono, vamos, una aplicación muy completa y como su nombre lo dice, un registro diario de nuestra vida.

La ventaja de Lifelog es que podemos acceder desde nuestra cuenta de Sony o Google y así conservar siempre nuestros registros sin importar si cambiamos de celular. Lo único que echo de menos es mayor compatibilidad y apertura a software de terceros, como Google Fit por ejemplo, y así tener los datos obtenidos por la pulsera en otras plataformas. Pero esto no se ve que vaya a suceder pronto.

Buena idea con sabor amargo

Sin duda la SmartBand Talk es un interesante acercamiento de la compañía hacia una nueva categoría de producto que se sitúa entre un monitor de actividad y un reloj inteligente, pero no termina de convencer ya que muchas de las funciones adicionales al monitoreo no funcionan del todo bien y a la larga quedan relegadas.

El diseño es perfecto, tanto por el peso como por la comodidad, pero la inclusión de la pantalla queda mucho a deber para la experiencia de uso, la orientación horizontal del texto, el no poderla ver sin luz y que no sea táctil le resta muchos puntos y si a esto le sumamos que la autonomía bajó a tres días comparados con los siete que ofrecía la primera SmartBand entonces no sé que tan buena idea sea el tener una pantalla con funciones limitadas.