Estamos más cerca de que los carros de gasolina se dejen de fabricar, este hallazgo de investigadores surcoreanos es uno de los culpables

Hyundai Bateria Silicio
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
adolfo-resendiz

Adolfo Reséndiz

Editor
adolfo-resendiz

Adolfo Reséndiz

Editor

Periodista por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y técnico mecánico automotriz CEDVA. Me gusta el rap, comer asado argentino y manejar por carretera los fines de semana. Mis autos favoritos son el Alfa Romeo Carabo, Lancia Stratos Zero y Porsche 917 K70.

772 publicaciones de Adolfo Reséndiz

El final del motor de combustión interna podría estar más cerca de lo que imaginamos. Un equipo de científicos surcoreanos de la universidad POSTECH y Sogang desarrolló una batería basada en silicio que promete multiplicar la autonomía de los autos eléctricos y superar, por mucho, los límites de las baterías de iones de litio. El avance no solo es técnico. Representa un golpe directo contra la dependencia de la gasolina.

Una batería más ligera, más estable y con el doble de capacidad energética podría hacer que los vehículos eléctricos finalmente le ganen la carrera a los motores térmicos. El descubrimiento fue publicado en la revista Advanced Science, con apoyo del Instituto Coreano de Ciencia de Materiales. Los investigadores diseñaron una arquitectura completamente nueva: el sistema IEE (In Situ Interlocking Electrode–Electrolyte).

A diferencia de las baterías convencionales donde los componentes solo están en contacto, este sistema entrelaza químicamente el electrodo y el electrolito mediante enlaces covalentes. El resultado es una unión tan resistente que no se rompe ni siquiera cuando el silicio se expande y contrae, algo que antes arruinaba el rendimiento de las celdas. Y eso es clave para conseguir la autonomía que las baterías tradicionales no pueden ofrecer.

La tecnología es tan estable que puede mantener su rendimiento incluso después de múltiples ciclos de carga. Lo más llamativo es la densidad energética que alcanza: 403.7 Wh por kilogramo y 1300 Wh por litro. Es una mejora de más del 60% en peso y prácticamente el doble en volumen frente a las actuales baterías de litio. Eso se traduce en autos eléctricos capaces de recorrer hasta 1000 kilómetros sin recargar, según información de CNBC. Es una cifra impensable hace apenas unos años. Y también es el punto de quiebre que la industria necesitaba para dejar de justificar la gasolina como un mal necesario.

Pero no todo es magia nanotecnológica. El silicio, que es el material clave en este desarrollo, tiene fama de ser difícil de trabajar. Cada vez que una batería de silicio se carga, sus partículas pueden expandirse hasta tres veces. Cuando se descarga, se encogen. Esto genera fracturas internas que matan el desempeño. La innovación surcoreana está en cómo lo enfrentaron: en lugar de usar nanopartículas costosas, trabajaron con micro partículas de silicio que son mil veces más grandes. Son más baratas y más fáciles de producir. Y gracias a un gel polimérico que cambia de forma junto con el silicio, lograron una estructura interna flexible y sólida al mismo tiempo.

Baterias Autos Electricos Batería Tesla Cybertruck.

Baterías de silicio, más cerca de lo que pensamos

Esa estructura se refuerza con radiación. Literalmente bombardean el gel con electrones para que se adhiera al silicio incluso cuando cambia de volumen. El resultado es una batería de silicio con la estabilidad de una de litio y hasta 40% más densidad energética. La combinación entre rendimiento y costos de fabricación puede escalar a nivel industrial. No solo es una solución técnica. Es una oportunidad comercial. Y en un mundo donde los vehículos eléctricos todavía son criticados por su precio y autonomía, esto podría cambiarlo todo.

Los investigadores aseguran que esta tecnología puede aplicarse de inmediato. Y lo dicen con la confianza de quienes saben que encontraron algo realmente valioso. No es solo una batería mejor, parece que es un arma contra la gasolina. Un impulso directo a la transición eléctrica que gobiernos, marcas y consumidores han intentado acelerar por más de una década. El cambio ya no se siente lejano. Esta vez parece inevitable.

Inicio