En medio de la gran cantidad de personajes populares que rondan por redes sociales como TikTok, Instagram o Facebook, los influencers éticos se están abriendo paso, rompiendo con los hábitos de consumismo y banalidad tan preponderantes en internet. Se trata de un tipo diferente de creador de contenido, más preocupado por los temas ambientales, la sostenibilidad o la sociedad.
Un estudio publicado por HEC Montreal, una de las escuelas de negocios más importantes de Canadá, explica cómo es que estos influencers éticos logran posicionarse a pesar de los retos provocados por los algoritmos y el propio sentido de las redes sociales.
De acuerdo con lo descrito en el artículo titulado "Hay que cambiar la forma de consumir: los influencers éticos, su público y sus estrategias de vinculación", un influencers ético es una persona que utiliza su presencia en redes sociales para intentar promover cambios en los hábitos de consumo y el estilo de vida de su audiencia.
Estas personas van en contra de la corriente usual que, directa o indirectamente, queriendo o no, promueve productos y comportamientos consumistas. A diferencia de ello, los influencers éticos comparten experiencias personales, su día a día y su manera de vivir para impulsar prácticas sostenibles, saludables y éticas.
Además de enfocarse en presentar nuevos hábitos de consumo, también responden a razones sociales como la discriminación, el racismo, el feminismo, los derechos laborales u otros temas de importancia para la sociedad actual. Como mencionamos anteriormente, al utilizar su estilo de vida como ejemplo para el cambio, son personajes que se exponen a mayor riesgo y escrutinio que la norma general de influencers, que a menudo separan su vida privada de la digital.
Es importante recordar por qué el algoritmo sería problemático para los influencers éticos. Los algoritmos de redes sociales están diseñados para maximizar el engagement y mantener la mayor cantidad de tiempo posible a los usuarios en la plataforma, lo cual a menudo favorece contenido superficial, pero populalr. El algoritmo sigue las tendencias en orden de mantenerte en pantalla.
Hacer frente al algoritmo
Para "derrotar" al algoritmo de las redes sociales donde suben su contenido, estos influencers tienden a implementar diversos métodos de aproximación a diferentes públicos. Según lo publicado en el artículo de HEC Montreal, las estrategias son: actuar, humanizar, enmarcar, pivotar y evangelizar.
"Actuar" es el primer acercamiento y consiste en mostrar en lugar de hablar. Es un dicho popular que "las acciones dicen más que mil palabras", por lo que estos influencers demuestran su experiencia y compromiso con las nuevas propuestas de consumo y formas de vida que intentan impulsar.
Aya Aboelenien, investigadora principal del estudio, comparte a través del portal de Phys.org que hay un ejemplo perfecto de este tipo de acción y se trata de Lauren Singer, una joven estadounidense que se dio a conocer principalmente por sus hábitos de vida sostenibles, llegando a demostrar cómo podía recolectar todos los desechos que produjo en dos años dentro de un pequeño frasco Ball de solo 16 onzas.
"Humanizar" es otro de los métodos utilizados por los influencers éticos para formar sus audiencias. Esta acción involucra la narración de historias personales. El objetivo es crear un vínculo con la audiencia, compartiendo cómo llevas tu rutina diaria o cuáles son tus actividades favoritas un fin de semana.
Si hablamos de "enmarcar", esto se enfoca en destacar cuáles son los impactos negativos de las prácticas que quieres cambiar, ya sean de consumo, de relaciones personales, laborales, etc. Entre los ejemplos para implementar el "enmarque" se encuentra exponer la crueldad animal, la contaminación o incluso el problema del fast fashion.
Para "pivotar" se necesita mostrar a la audiencia los productos o prácticas que se pueden realizar para una vida más sostenible. El enfoque no es realizar publicidad pagada, sino la propagación de reseñas y recomendaciones auténticas, hechas con el fin de lograr un cambio.
El último mecanismo es conocido como "evangelizar" y consiste en crear comunidad con tu público, fomentando la participación en grupo para dar un sentimiento de conjunto, en el cual es más fácil crear verdaderos cambios cuando se realizan por muchas personas. Se pueden realizar retos, grupos de discusión o reuniones para construir esa conexión.
Salirse del molde...
...puede resultar complicado, pero en una sociedad que parece estar acostumbrada al consumo rápido y al entretenimiento inmediato, conseguir hacerte de un espacio para fomentar prácticas más sanas y sostenibles es un verdadero logro. Los influencers éticos se pueden percibir como agentes de cambio que utilizan las plataformas para educar e inspirar a las personas.
Además, hay un valor agregado a sus luchas, pues se exponen no solo al público que está de acuerdo con su forma de vida, sino también a la audiencia que pone en tela de juicio sus propuestas. Es decir, personas detractoras e inquisitivas hacia la propuesta del influencers, como las llama el artículo.
Sea como fuere, los influencers éticos promueven la conciencia en medio de redes sociales y algoritmos que parecen promover el consumo inconsciente y la pasividad ante las problemáticas de nuestro mundo.