Celulares, tabletas, asistentes inteligentes, smart TV's y hasta enchufes avanzados son algunos de los productos más novedosos que nos ha traído la tecnología. Pero existe tecnología en el hogar que también contribuye en tener una vida más fácil y, en ocasiones, más sana.
Un ejemplo de ello son los purificadores de agua para el hogar, lo cuales filtran y “limpian” el agua de grifo para hacerla bebible para las personas. A la vez, promete ser más económico, a largo plazo, en comparación con gastar en garrafones varias veces a la semana.
Qué es y cómo funciona un purificador de agua
Los purificadores de agua caseros son productos que permiten filtrar el agua de la llave, eliminando impurezas, suciedad y compuestos químicos que puedan ser dañinos para los humanos.
La forma en que funcionan dependerá de la marca, más adelante explicaremos dos de los modelos más conocidos, pero el proceso de purificado se basa en eliminar suciedades comunes de agua a partir de varios filtros que deben ser remplazados periódicamente.
Avera, por ejemplo, tiene un proceso de tres etapas de purificación. La primera es a través de un filtro de micro esponja, para posteriormente llegar al filtro principal con carbón activo y minerales. La combinación logra eliminar la propagación de bacterias y mantener el buen sabor del agua para su consumo seguro. Es importante mencionar que las piedras de final sirven como un filtro antes de llegar a tu boca.
En otras palabras, la marca Avera, en este modelo, ofrece una purificación en tres etapas. Además, como es costumbre con este tipo de productos, se deberán cambiar los filtros cada seis meses en promedio. En general, y de acuerdo a nuestra investigación, muchos filtros funcionan con los mismos componentes, aunque no todos tiene el mismo diseño.
Otro modelo interesante es el de ecofiltro. La marca tiene todo en un mismo envase, con un filtro intercambiable que se remplaza cada seis meses. Este se compone de carbón activo, barro y plata coloidal, sistema que atrapa bacterias, neutraliza contaminantes y elimina los malos olores y sabores del agua de llave.
Ventajas y desventajas de los purificadores de agua
Uno de los aspectos más importantes es el económico y un filtro de agua te puede ayudar en ese sentido. Un garrafón de agua de 20 litros tiene un precio promedio de 50 pesos y suponiendo que una familia ocupa tres a la semana, quiere decir que su gasto semanal es de 150 pesos. Eso al mes es un gasto de 600 pesos y durante seis meses son 3,600 pesos; mientras que el filtro para el modelo más grande tiene un precio de 1,225 pesos.
El segundo punto es la practicidad, pues el filtro se llena con agua de la llave, por lo que no tendrás que cargar el garrafón constantemente, algo que es todavía más útil si vives en un departamento. Finalmente, no se gasta en plástico y, por ejemplo, si se te acaba el agua en la noche, no deberás esperar a que la tienda esté abierta para tener de nuevo agua en casa.
Por el contrario, hay temas donde estos filtros no funcionan del todo, como fue el agua contaminada en la delegación Benito Juárez. En ese caso los filtros no eran recomendables, pues las toxinas a eliminar iban más allá de lo que puede hacer los purificadores caseros y es probable que si el filtro se contaminó con este líquido, el producto dejara de funcionar.
Finalmente, está el sabor del agua. Para muchos es algo que pasa desapercibido, pero quienes tiene un paladar muy sensible podrán notar la diferencia en el sabor del agua. Marcas como ecofiltro advierten que los primeros días notarás un leve sabor a barro en el agua, pero más allá de eso no existe algo negativo,