En toda la Antigua Grecia no existió un ejército más temible que el de la ciudad-estado de Esparta. Los hippeis (es decir, la guardia privada del rey formada por 300 hoplitas) eran guerreros de élite elegidos anualmente entre los guerreros más disciplinados y mejor preparados, tanto física como mentalmente.
Incluso en nuestros días, las tropas de Esparta siguen siendo objeto de admiración precisamente por estas cualidades. De hecho, pensadores modernos, como Donald J. Robertson, autor del artículo La filosofía espartana de la vida, creen que es posible aprender una cosa o dos de ellos y aplicarlas en muchas áreas de la vida, como la productividad.
Cinco puntos de la filosofía espartana para aplicar en el día a día
Robertson creía que algo sobre los antiguos guerreros espartanos que ha llamado la atención durante siglos son su legendaria autodisciplina y su código de honor. Tanto que productos literarios y audiovisuales como la película 300 de Zack Snyder contribuyen a mantener esta fascinación por el ideal de estos soldados. A continuación te compartimos cinco claves espartanas para alcanzar tus metas.
Aprende del pasado, pero céntrate en el presente
Los espartanos vivían en el presente, sin lamentar el pasado ni distraerse con el futuro. De acuerdo con Psicología y mente, algo que puede bloquear el actuar en el presente es el llamado sesgo de statu quo. Esta es la tendencia a mantener las cosas tal y como están, sin arriesgarse a probar cosas nuevas, incluso si estas fueran potencialmente más beneficiosas.
Investigaciones como la de Antoine Bechara y Hanna Damasio, publicada en Science, sobre la toma de decisiones y la afectación del lóbulo frontal, muestran que las emociones ligadas a experiencias pasadas tienden a sesgar las elecciones sobre el futuro. Es por eso que centrarse en el presente facilita una actitud receptiva hacia el cambio, lo cual propicia el crecimiento personal.
Abraza la incomodidad
Los espartanos entrenaban en condiciones extremas porque sabían que la comodidad es enemiga del progreso. En la actualidad es necesario abandonar la zona de confort, aceptar nuevos retos, asumir responsabilidades y aprender a gestionar situaciones de estrés en lugar de evitarlas. Nassim Taleb, autor de libros como El cisne negro y Antifrágil, menciona que los retos permiten que las personas desarrollen nuevas habilidades y se vuelvan mejores profesionales.
Desarrolla una actitud de crecimiento
Los espartanos veían cada batalla como una oportunidad para mejorar. Hoy en día, una actitud de crecimiento implica ver los errores y fracasos del camino como lecciones que permitan mejorar. Carol Dweck, psicóloga y profesora de la Universidad de Stanford, define esta mentalidad como el contrapunto a las creencias de quienes consideran que si deben esforzarse demasiado y se cometen mil errores es que no se está capacitado.
Millonarios como Bernard Arnault, CEO de Louis Vuitton Moët Hennessy, y el propio Bill Gates, asumen los fracasos como parte del aprendizaje, eran conscientes que de cualquiera podía cometer errores en cualquier momento, a pesar de que tratasen de minimizar sus consecuencias. Seguir intentando y superar los fracasos es parte de una actitud de crecimiento.

Practica la autodisciplina
Los espartanos también eran muy disciplinados y seguían reglas estrictas para garantizar su fortaleza. La autodisciplina es clave para lograr cualquier meta. Desde establecer horarios hasta evitar distracciones digitales. Todas estas acciones suman a la mejora de la productividad. Según estudios de la Universidad de Pensilvania, la autodisciplina supera en rendimiento escolar a capacidades innatas entre los adolescentes, como el coeficiente intelectual.
Mente sana en cuerpo sano
El ejercicio no solo mejora la salud, sino que además potencia la concentración, la creatividad y la resiliencia, y esto lo sabían bien los espartanos. La actividad física, como caminar media hora diaria, aporta muchos beneficios al cerebro, de acuerdo con estudios. Además, genera dopamina y endorfinas que reducen los niveles de cortisol. El ejercicio facilita que el cerebro adopte un estado de abstracción que mejora la conexión de ideas, el pensamiento creativo y potencia la memoria.
Ver 1 comentarios