EUA no puede interceptar esta amenaza: el arsenal hipersónico ruso que supera los 33,000 km/h

Armas hipersónicas
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Obed Nares

Editor Jr

De acuerdo a un reporte de National Security Journal, el ejército de Estados Unidos enfrenta una amenaza creciente que no puede interceptar fácilmente, el arsenal hipersónico ruso. Vladimir Putin no ha dudado en presentar estas armas como lo mejor de su poderío militar y se describen como invulnerables y capaces de dejar obsoletos los sistemas defensivos occidentales. Si bien algunas de estas afirmaciones son un tanto propagandísticas, lo cierto es que Rusia ya va a la delantera en el desarrollo de estas tecnologías.

Estas armas, que superan Mach 5 (más de 6,000 km/h), no sólo viajan a altas velocidades, sino que maniobran en vuelo, lo que las hace especialmente difíciles de interceptar. Aunque Estados Unidos y la OTAN cuentan con sistemas avanzados de defensa antimisiles, las trayectorias impredecibles y el poco tiempo de reacción complican enormemente su detección y neutralización.

Oreshnik, el nuevo misil ruso que viaja a Mach 11 y tiene capacidad nuclear

La última incorporación al arsenal ruso es el Oreshnik, cuyo nombre es "avellano" en ruso. Este misil fue utilizado por primera vez en combate en noviembre, lanzado desde Astracán hacia Dnipro, en el centro de Ucrania. Aunque su impacto físico fue limitado, el dato preocupante vino después, según inteligencia ucraniana citada por U.S. News, el misil alcanzó velocidades de Mach 11 (más de 12,800 km/h).

El Oreshnik tiene capacidad nuclear y un alcance estimado de 3.000 millas, lo que lo posiciona como una amenaza directa a múltiples ciudades europeas. Las autoridades estadounidenses creen que deriva del ICBM RS-26 Rubezh, por lo que no es completamente nuevo, pero sí más rápido y con nuevas capacidades de maniobra.

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Zirkon: la amenaza naval invisible gracias al plasma

Para el entorno marítimo, Rusia tiene el Zirkon, un misil de crucero que puede lanzarse desde barcos y submarinos. De acuerdo con National Security Journal, alcanza velocidades de hasta Mach 9 y está diseñado para atacar tanto objetivos terrestres como navales a distancias cercanas a los 1,000 kilómetros.

Una de sus características más llamativas es su "nube de plasma", una especie de escudo electromagnético que lo hace prácticamente invisible al radar. Guiado por un buscador radar activo-pasivo y equipado con un estatorreactor, el Zirkon podría ser un desafío para los portaaviones y buques de la OTAN.

Avangard: la verdadero "arma del fin del mundo" rusa

La estrella armamento hipersónico ruso sin duda es el Avangard, un vehículo de planeo propulsivo lanzado desde un misil balístico intercontinental. Según el Georgetown Journal of International Affairs, puede alcanzar velocidades de hasta Mach 27 (más de 33,000 km/h), aunque velocidades de Mach 20 ya se consideran extremadamente peligrosas.

Equipado con una ojiva nuclear de hasta dos megatones y un alcance superior a 6,000 kilómetros, el Avangard es una herramienta de disuasión estratégica más que táctica. De hecho, su despliegue tiene como objetivo principal asegurar la capacidad de Rusia para evadir defensas antimisiles y mantener una amenaza creíble de represalia.

Kinzhal: una "daga" excelente en la teoría, pero no tanto en combate

El Kinzhal (que significa "daga") es un misil balístico aire-tierra que puede ser lanzado desde aviones como los MiG-31 o los bombarderos Tu-22M3. Según el Georgetown Journal of International Affairs, este misil puede alcanzar velocidades entre Mach 4 y Mach 10 y tiene una carga útil de hasta 1.000 libras, tanto convencional como nuclear.

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Pese a su impresionante ficha técnica, el Kinzhal ha sido interceptado varias veces por las defensas ucranianas. Esto ha hecho que algunos expertos cuestionen su estatus como "arma hipersónica", ya que, técnicamente, no es un vehículo de planeo como el Avangard. Su desempeño ha puesto en duda la narrativa rusa sobre sus armas.

Estados Unidos responde: sensores espaciales y láseres orbitales

Mientras el Kremlin presume su ventaja, Estados Unidos no se queda de brazos cruzados. Según National Security Journal, el Pentágono trabaja en un escudo hipersónico con sensores en órbita baja, interceptores cinéticos avanzados y hasta sistemas láser. El objetivo es detectar, rastrear y neutralizar misiles hipersónicos en vuelo.

Además, el Departamento de Defensa explora estrategias "a la izquierda del lanzamiento", es decir, neutralizar estos misiles antes de que sean disparados. No obstante, esto requiere inteligencia de alta precisión, ataques rápidos y capacidad de maniobra contra blancos móviles.

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