Obed Nares
Editor JrUna coalición de las marcas de calzado más grandes del mundo entre las que están Nike, Adidas, Skechers, Under Armour y otras 72 compañía, levantaron la voz contra la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y le solicitaron formalmente a la Casa Blanca una exención específica de aranceles para su sector.
Según un reporte de CNBC, fue la propia Footwear Distributors and Retailers of America (FDRA), la asociación comercial que representa a estas empresas, la que envió una carta fechada el 29 de abril para expresar su alarma ante lo que consideran una "amenaza existencial" para la industria del calzado estadounidense.
“No es viable continuar así”: las empresas advierten que los aranceles podrían vaciar las tiendas y cerrar fábricas
La carta señala que muchos fabricantes que producen calzado accesible para familias trabajadoras de bajos y medianos ingresos simplemente no pueden absorber los aranceles ni trasladar los costos a los consumidores. De acuerdo con CNBC, el grupo advirtió que numerosos pedidos han sido suspendidos y que los inventarios podrían agotarse muy pronto.
El argumento central de las marcas es que estos nuevos gravámenes, que en algunos casos llegan hasta un 220%, podrían derivar no solo en precios más altos para los consumidores, sino en el cierre de empresas enteras que afectaría a decenas de miles de empleos. El sector, afirman, ya estaba lidiando con aranceles elevados incluso antes de las medidas recientes de Trump: por ejemplo, los zapatos infantiles enfrentan tarifas que van del 20 % al 37.5 %.
Vietnam, China y Camboya en la mira: los proveedores clave que enfrentan los aranceles más altos
El paquete arancelario anunciado por Trump a principios de abril impone tasas especialmente duras a las importaciones provenientes de países fundamentales para la cadena de suministro de calzado, como China (con un arancel efectivo del 145 %), Vietnam (45 %, reducido temporalmente al 10 %) y Camboya. Según Reuters, aunque algunas de estas medidas fueron atenuadas por un período de 90 días, se espera que los aranceles más altos regresen en julio.
Para compañías como Skechers, cuya producción depende en gran parte de China y Vietnam, el impacto es directo. La empresa ya había retirado su pronóstico anual y citó la "incertidumbre macroeconómica" generada por las políticas de Trump. En palabras del CFO John Vandemore, según Forbes, el entorno es comparable a los efectos de la pandemia y la empresa ha tenido que mitigar daños al compartir costos con proveedores y ajustando precios.
Las consecuencias ya se reflejan en movimientos empresariales como la venta de Skechers por 9,400 millones de dólares
Skechers, la tercera marca de calzado más grande en Estados Unidos, fue vendida recientemente a la firma de capital privado 3G Capital por 9,400 millones de dólares. Según Forbes, aunque se afirma que el entorno comercial no fue la razón directa de la venta, es imposible ignorar el contexto: la compañía acababa de firmar la carta dirigida a Trump denunciando los efectos destructivos de los aranceles.
Tras el anuncio de la compra, las acciones de Skechers se dispararon un 25 %, a pesar de que venían con una caída acumulada del 8 % en el año. De acuerdo con CNBC, 3G Capital había mostrado interés en Skechers desde tiempo atrás y considera que, a largo plazo, la compañía aún tiene un potencial de crecimiento, particularmente porque dos tercios de su negocio se encuentran fuera de Estados Unidos.
Las marcas dicen que los aranceles no traerán de vuelta la manufactura nacional
Uno de los argumentos favoritos de Trump al imponer aranceles es que esto incentivará la producción local. Sin embargo, según Reuters, el grupo comercial de calzado advierte que esta estrategia no funcionará en su sector. La razón es que los aranceles eliminan la certeza necesaria para realizar inversiones a largo plazo en cambios de abastecimiento. Sin esa estabilidad, las empresas simplemente no se arriesgan a relocalizar su producción.
Además, la FDRA enfatiza que alrededor del 97 % del calzado vendido en Estados Unidos es importado, lo que significa que los nuevos impuestos afectan directamente a casi todo el mercado. Y como el calzado no es un artículo de lujo", sino un bien de consumo básico, el golpe económico se concentrará en las familias más vulnerables.
Las marcas piden un enfoque más estratégico y no dañar al consumidor promedio
Al final de la carta, las empresas de calzado proponen una alternativa: un enfoque arancelario más específico, enfocado en bienes estratégicos y no en productos de consumo masivo como el calzado:
"La industria del calzado no tiene meses para ajustar sus modelos de negocio mientras absorbe este régimen arancelario sin precedentes"
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha emitido una respuesta oficial, de acuerdo con CNBC.
Una salida complicada y un futuro incierto
Como anteriormente reportamos en Xataka México, el panorama específicamente para Nike no solo se complica por los aranceles en sí, sino por la rigidez estructural de su modelo de negocio global. La firma lleva décadas bajo un esquema de producción externa altamente especializado en Asia, donde no solo se fabrican sus productos, sino que se ha construido toda una red de logística, relaciones laborales y eficiencia de costos difícil de replicar en otro país.
De hecho, analistas advierten que cualquier intento por diversificar la manufactura de forma apresurada, ya sea hacia América Latina o dentro de Estados Unidos, implicaría una inversión enorme sin garantía de éxito inmediato, especialmente en un entorno de incertidumbre política y económica.
Además, el impacto no solo se siente en la producción. Los consumidores norteamericanos podrían ser los más perjudicados, al enfrentar precios más altos por productos que hasta ahora eran asequibles. Esto podría acelerar una desconexión entre la marca y su base de consumidores tradicional en Estados Unidos.
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