Ni CGI ni maquillaje, una de las caracterizaciones más impresionantes de El Señor de los Anillos era una lesión real

Las Dos Torres 2 1
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
ismael-garcia

Ismael Garcia Delgado

Editor Jr

Comunicólogo y Periodista por la UNAM. Redactor, locutor, guionista y creador de contenido. Apasionado por la música ochentera, el cine de acción/sci-fi, series dramáticas y la literatura hispana. Fiel defensor del séptimo arte mexicano. 

Cuando hablamos de CGI lo primero que se nos viene a la mente es la baja calidad en productos como las series de Marvel. Por otro lado, hablar de El Señor de los Anillos es sinónimo de calidad técnica y de producción. Si combinamos ambos tópicos podemos coincidir en el gran nivel de efectos hechos por  computadora durante la franquicia.

Ante esta cuestión, queda claro que la saga a cargo de Peter Jackson es un referente cinematográfico como ningún otro y aún así, hubo un caso particular en el que un guerrero no necesitó efectos CGI o maquillaje para caracterizarse, sino una lesión real.

Primero que nada hay que recordar la mítica escena de la Batalla del Abismo de Helm, perteneciente a la cinta Las Dos Torres. En ella, los ciudadanos de Rohan se refugiaron en una antigua fortaleza ante el asedio de los Uruk-hai, mientras nuestros héroes le hacen frente al ejército de Saruman.

Y mientras vemos a Aragorn, Légolas, Gimli y Gandalf luchar por la Tierra Media, se nos muestra un impactante primer plano con un soldado herido en el rostro. Pero aún más impactante es saber lo auténtica de esta escena, pues justamente el actor solo tenía un ojo.

Las Dos Torres

Se trata de Wayne Phillips, un extra que participó en la película pero que llevaba un parche durante el rodaje para cubrir su ojo faltante. La intención del director era destacar esta particularidad y brindarle la oportunidad de representar su condición frente a las cámaras.

En un principio Phillips se negó a dicha acción, sin embargo después de aceptar la propuesta, afirmó que esta experiencia lo hizo sentir más cómodo con su condición. Con ello, este acto de inclusión agregó un toque de autenticidad al filme.

Además, esta escena fue el punto de partida para futuras participaciones en cintas del director neozelandés. Como ejemplo, las ubicadas dentro del mismo universo en El Hobbit o la adaptación de Máquinas Mortales. Un curioso vínculo derivado de la consideración hacia sus colaboradores por parte de Jackson.

La cinta se ha convertido en un clásico, y a pesar de contar con efectos especiales sorprendentes con la creación de Gollum como ejemplo, estos pequeños detalles son los que le brindan un toque especial que los fanáticos agradecen y buscan presumir en cualquier oportunidad. 



Inicio