El incidente con el módulo ruso en la ISS estuvo cerca de un riesgo estructural, según nuevos detalles de la investigación

El incidente con el módulo ruso en la ISS estuvo cerca de un riesgo estructural, según nuevos detalles de la investigación
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Tras los primeros reportes sobre el problema que presentó el nuevo módulo ruso en la Estación Espacial Internacional (ISS), este martes se presentaron nuevos informes donde se revelaron las cifras reales que por poco pusieron en riesgo la estructura y pudo comprometer incluso a la tripulación.

El director de vuelo de la NASA, Zebulon Scoville, señaló que el incidente había sido informado incorrectamente, pues la cifra real estaba más cerca de los 540 grados de giro. Esto significa que la ISS realizó casi 1.5 vueltas hacia atrás y cuando dejó de moverse se encontraba completamente al revés de la posición que debía tener, requiriendo de un impulso de 180 grados para volver a su ubicación original.

El incidente

Recordemos, el jueves 29 de julio, tres horas después de que el módulo ruso Nauka se acoplara a la ISS, los propulsores se dispararon repentinamente, lo que hizo que la estación rodara hacia atrás y tardaran 47 minutos en recuperar el control. De acuerdo a la NASA, se llegó a este dato hasta que se hizo un análisis exhaustivo del evento y que la información que se compartió la semana pasada correspondía solamente hasta el momento en que se hizo el primer reporte, donde aún se estaba intentando controlar la orientación de la estación.

A pesar del cambio en la información sobre el giro de la ISS, la NASA indicó que los tripulantes nunca estuvieron en riesgo, sin embargo, el astrofísico de Harvard, Jonathan McDowell, señaló que este fue uno de los incidentes más serios en la estación y que por la pérdida de control de actitud, se corría el riesgo de "romper" toda la estructura.

Esto es lo que señalan los nuevos informes

De acuerdo a los últimos reportes, Nauka (que está unida a la parte inferior de la ISS) comenzó a tirar de la estación hacia abajo, lo que provocó se estuviera moviendo a una velocidad de 0.56 grados por segundo. Sin embargo, la velocidad de giro no fue lo suficientemente rápida para que la tripulación se diera cuenta, aunque si para causar daños estructurales y hacer que las antenas se desviaran de sus objetivos previstos. También los controladores de tierra perdieron comunicación en dos momentos, durante cuatro y siete minutos y los paneles solares y radiadores se bloquearon con la intención de evitar daños.

Iss
Así estaban colocados los módulos en la Estación el día 29 de julio, en la parte inferior se puede apreciar el laboratorio ruso Nauka

La propulsión iniciada por el módulo ruso duró 15 minutos y se detuvo en el momento en que los cohetes de Nauka se apagaron repentinamente, pues se quedaron sin combustible y fue cuando los controladores de vuelo lograron enderezar la nave. Para esto, tuvieron que utilizar como apoyo los cohetes del Progress, una nave de carga anclada al otro lado de la estación con la que pudieron compensar el giro de la estación.

A pesar de esto, la NASA insistió en que el giro no fue un gran problema y que la velocidad de giro estuvo dentro de los límites de diseño de la estación, además de que todos los sistemas respondieron normalmente y se reanudaron las operaciones regulares en la instalación.

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