Estamos en 2024 y Japón todavía solicitaba documentos oficiales en disquetes de 3½; ya no más

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En un mundo cada vez más digitalizado, donde cada día parece que la tecnología da un nuevo salto, resulta sorprendente descubrir que Japón ha mantenido prácticas burocráticas que se aferran a formas obsoletas. Esto nos dirige a la reciente decisión del gobierno nipón: poner fin a la obligación de presentar documentos oficiales en disquetes y CD-ROMs.

Pese a ser líderes en muchas ramas de la tecnología, la burocracia japonesa ha demostrado ser resistente al cambio en este sentido. Sin embargo, en 2022, el Ministro de Asuntos Digitales, Taro Kono, impulsó un movimiento para eliminar la exigencia de utilizar medios de almacenamiento físicos obsoletos. Pero eso no es todo acerca de este paradójico asunto en Japón.

El ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) ha sido uno de los primeros en dar el paso hacia la modernización, marcando la transición, destacando de manera simbólica para que otras industrias y organismos gubernamentales den también el salto. Y es que los disquetes eran necesarios en al menos 34 reglamentaciones, algo que también sucede con un número no especificado de lineamientos que requieren de CD-ROMs.

Sin embargo, es bien conocido que los disquetes se niegan a morir no solo en Japón. También tenemos el ejemplo de cómo los aviones Boeing 747 se seguían actualizando con ayuda de estos dispositivos, al menos hasta 2020. Aun así, sigue siendo una sorpresa que el quinto país en llegar a la luna siga utilizándolos.

Un dispositivo innovador... en su época

Kelsy Gagnebin R52yghra Ik Unsplash

Nadie niega la importancia de los disquetes en cuanto a innovación pues fueron uno de los primeros medios de almacenamiento portátiles utilizados para computadoras personales, pero fueron introducidos durante la década de 1970. Han pasado 54 años desde entonces y eran discos magnéticos flexibles contenidos en una carcasa de plástico cuadrada.

Aunque iniciaron con solo unos cuantos kilobytes de almacenamiento, gradualmente fueron aumentando hasta llegar a los 1.44 MB. Pese a que por un tiempo esa capacidad fue suficiente, el tiempo sentenció la prevalencia de los disquetes, pues tal cantidad de MB eran insuficientes para manejar archivos multimedia y aplicaciones que fueron surgiendo a medida que pasaron los años.

Es por ello que sus deficiencias afectan a industrias clave de Japón como la de proveedores de servicios públicos, operaciones de minería así como fabricantes de aeronaves y hasta desarrolladoras armamentísticas. Esto refleja hasta que punto este pequeño problema resulta ser una traba más en el aparato burocrático, que ya de por sí todos conocemos cómo son de complicados.

La escasez de disquetes y la limitada capacidad de almacenamiento de estos dispositivos marcarían un límite para estas prácticas tarde o temprano. Es sorprendente cómo tecnología de ese tipo aún sigue siendo vigente (en cierto sentido) hasta nuestros días. Incluso podemos voltear la vista a Estados Unidos, pues nuestro vecino del norte dejó de utilizar disquetes para coordinar lanzamientos y prácticas nucleares recién en 2019.

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