Desde los aparatos que usaron nuestros padres, hasta las pantallas más avanzadas con tecnologías como la denominada Quantum Dot Display, nuestra forma de ver televisión ha cambiado mucho. Apareció a finales del siglo XIX y comenzó a tener un uso público en la década de los 30 (S.XX), cuando se efectuaron las primeras emisiones con sistemas mecánicos por parte de la CBS y NBC, en Estados Unidos (1930); la TF1, en Francia (1935); y la BBC One, en Inglaterra (1936).
El disco de Nipkow (Paul Gottlieb Nipkow) fue el primer paso para construir un sistema de captación y proyección de imágenes, en 1884. Sin embargo, la llegada del iconoscopio desarrollado por Vladimir Zworykin, en los laboratorios de Philo Farnsworth, fue el que, a partir de 1934, permitió el desarrollo de la televisión electrónica. Este aparato, predecesor de las cámaras actuales, captaba imágenes y las disparaba a una placa fotosensible que dividía las escenas en miles de elementos que ahora llamamos pixeles. Cada uno de ellos retenía una carga eléctrica proporcional a la energía lumínica recibida para así transformarla en una señal que era enviada a un receptor donde se decodificaba dicha información, permitiendo a las personas de este extremo ver lo que la lente presenciaba del otro lado.
Paulatinamente, las imágenes se fueron haciendo más nítidas, pero estaban en blanco y negro. En 1939, el ingeniero Guillermo González Camarena, de la Escuela Superior de Ingenieros Mecánicos y Electricistas (ESIME), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), patentó en México y Estados Unidos su: ‘Sistema Tricromático de Secuencia de Campos’, que usaba los colores verde, rojo y azul (RGB) para añadir una gran gama de pigmentos a las imágenes. Aunque hay que decir que poco más de una década antes, en 1928, John Logie Baird fue el primero en mostrar una televisión a color, pero en el sistema mecánico.
A casi 80 años del logro de González Camarena, el pasado 27 de abril, en la Ciudad de México, Samsung realizó un Tech Seminar en el que reunió a diferentes expertos en tecnología para discutir sobre la evolución de los televisores y las tendencias de uso por parte de los consumidores; además de la importancia del color y el brillo de las pantallas para detonar emociones.
“La tecnología evoluciona paso a paso, así podemos ver cómo en la televisión, el video primero fue blanco y negro, luego comenzó a tener color y más adelante mejoró su calidad”, expresó Edgar Kato, Gerente Regional de CTV en Samsung Electronics.
Mejor resolución y nitidez
Las televisiones de nuestros padres ofrecían imágenes con una resolución de 480 pixeles, un total de 388,800 en toda la pantalla y se les denominó SD. Aunque pasó bastante tiempo, las pantallas fueron incrementando el número de pixeles dando como resultado imágenes más claras y nítidas, hasta que surgió la alta definición HD, con 720 líneas y 1280 muestras, presentando 921,600 pixeles a la vista.
La evolución que ha tenido la forma en que se generan esas imágenes ha dado saltos significativos en las últimas décadas y relativamente poco tiempo después apareció el Full HD, que va más allá, 1080X1920 pixeles para plasmar a cuadro imágenes de 2,073,600 puntos.
Finalmente, en la actualidad, ya también podemos disfrutar de una gama de aparatos UHD con resolución 4K 3840X2160 (8,294,400 pixeles en pantalla), lo que nos permite disfrutar de escenas realmente vívidas gracias innovaciones como la tecnología Quantum Dot Display, que puede encontrarse en el mercado a través de fabricantes como Samsung y su línea SUHDTV.
Coloreando con pixeles
La palabra pixel proviene de la unión de otras dos que expresan exactamente lo que se quiere nombrar: Picture y element. En nuestros monitores y pantallas, estos son colecciones de puntos de luz rojos, verdes y azules que se combinan bajo el sistema RGB y brillan con el objetivo de crear imágenes a color.
En el caso de los televisores SUHD de Samsung, la tecnología Quantum Dot se incorpora como cristales semiconductores más delgados que el cabello de una persona, de sólo unos nanómetros de ancho, y colocados de una manera equidistante. Así, al proyectar luz sobre ellos, se llenan de color en una correlación directa con su tamaño para que las imágenes proyectadas presenten una mayor gama de tonos. Si a ello le sumamos que se dota a la proyección de mayor detalle y contraste lumínico a través del alto rango dinámico (HDR 1000), la escena adquiere características muy realistas.
Es importante mencionar que los paneles usados en las SUHD son de 10bits, lo que permite reproducir una variedad de hasta 1024 sombras en cada color, lo que genera más impacto en el espectador.
“Cuando se tiene un rango y pureza de color más amplio y un componente de iluminación tan grande, puede usarse para crear más tonalidades y rangos de contraste”, José Mejía, gerente de CTV en Samsung Electronics Colombia.
Colores para generar emociones
Es sabido que los colores significan mucho en el reino animal, estos definen muchas cosas, desde: la temperatura, peligros, qué podemos comer y qué no, según explica Erwin Jaquez, cinefotógrafo y colorista mexicano.
De manera que el paso del blanco y negro en la televisión y el cine era algo que debía ocurrir. “Para los cineastas era obvio el paso del blanco y negro al color, porque nos estaba faltando algo (que nos generara emociones)”, considera Jaquez.
Asegura que, en el cine, un colorista manipula a la audiencia a través del color para crear un cierto tipo de sensación. Lo cual se combina con el actor que aparece en la pantalla, la música y el resto de los elementos de la película para crear experiencias más completas.
“Además del color, quiero mencionar lo del brillo, porque por primera vez vamos a tener esta sensación que nunca hemos tenido viendo un televisor o una pantalla de cine. Lo increíble de Samsung es que es el único que está llegando a los 1000 nits (estos indican la cantidad de luz que emite una pantalla por unidad de superficie)”, manifiesta el cinefotógrafo. “¿Por qué es importante? Bueno, pues porque la respuesta del iris también está asociada a cómo se crean ciertas emociones”, añadió.
Considera Jaquez que tecnologías como ésta, que ofrece un 4K real, evitarán que los cineastas se limiten al momento de crear contenidos, ya que en cuanto a color está al 95% del estándar de cine.
En el estudio: ‘El significado emocional del color en los programas de televisión’, elaborado por Benjamin H. Detenber, de la Nanyang Technological University; además de Robert F. Simons y Jason E. Reiss, de la Universidad de Delaware se concluyó que los colores en una transmisión televisiva impactan más a la audiencia, que si se tratara de una proyección en blanco y negro.
“Los resultados del estudio no encontraron cómo soportar la idea de que la desaturación y la remoción del color de una escena (en la televisión) intensifica las reacciones emocionales”, expresan los investigadores en sus conclusiones y añaden: “La gente cree o ‘sabe’ que el color es, de alguna manera inherentemente, mejor (es decir, más agradable y emocionante) que el blanco y negro”.
Y aunque no saben explicar el origen de tal creencia (si es una cuestión cultural o parte del contexto social) manifiestan que el color realmente tiene un impacto en las emociones de los televidentes, aunque acota su alcance: “al parecer la respuesta al color se limita a la experiencia consciente de la emoción. Las sensaciones más profundas de las emociones no se ven afectadas por el color de las imágenes en movimiento”. Cabe aclarar que en esta búsqueda por un mayor entendimiento de los efectos del color en los televidentes no se consideraron factores como el brillo ni la intensidad de cada pigmento.
Por otra parte, José Mejía concluye que frente a una pantalla SUHD TV: “Simplemente voy a sentirme más a gusto, más envuelto en lo que está sucediendo en las escenas de lo que estoy viendo (…) Esta nueva tecnología por sus niveles de iluminación, sus niveles de contraste y color permite acercarse a un nivel de precisión nunca antes visto a lo que intentó esa producción de cine. Se acerca más a la realidad y a esos sentimientos que se quisieron transmitir en esa producción”.